Creado el: 2022-01-14 08:30 am
Inspiración“Ir despacio, ir con suavidad por la vida, no es algo que precisamente estés cultivando. La norma dice que hay que pisar fuerte y decidido lo que parece implicar pisotear o atropellar. Quiero invitarte hoy a replantear esas dureza, que mires si de verdad está funcionando y que hagas que tu delicadeza para crecer sea uno de tus nuevos poderes.
La delicadeza habla de los buenos modos, unos de tolerancia y respeto, esa suavidad insidiosa que todo lo conquista. Si conoces a alguien así sabrás que esa persona consigue las cosas de un modo sencillo y siempre parece en su punto, que provoca complacerla y que poco hay de conflicto con ella si lo piensas bien.
No se trata de ocultar los sentimientos o de hacerse el de la vista gorda a lo que incomoda, la delicadeza se refiere a una pequeña pausa que es posible justo antes de reaccionar, de actuar como de costumbre. La delicadeza tiene todo que ver con parar y sentir el momento, las personas, el lugar.
Hay elegancia en la delicadeza, parar por ejemplo antes de hacer un reclamo sobre los servicios públicos te hará considerar la situación del empleado que te atiende, su alcance limitado, los nuevos métodos de atención, y hasta te hará sospechar que de uno u otro modo lograrás solucionarlo.
Hay virtud en la delicadeza puesto que fuerza lo bueno de ti, parar esculca las buenas maneras y las pone en acción antes que las explosiones de emotividad. Parar amigos es también ir un poco más despacio, saber que no todo es una emergencia, cuanta gente conduciendo como si estuviera transportando un herido de muerte.
La delicadeza del amor entonces es mi favorita, me refiero a que hay mucho amor sencillo contenido en tener cuidado, por ti y por los demás, por las cosas, por las circunstancias. Ponle amor a lo que tanto te incómoda para que encuentres soluciones diferentes en lo que no sale tan bien, dale afecto a la torpeza de las situaciones para así poder esperar a que revelen su llamado. Ya sabes, todo tiene potencialmente un mensaje escondido, si hay dificultades inesperadas es porque algo se quiere revelar.
Piénsalo bien la próxima vez antes de reaccionar, mejor dicho para, unos segundos pueden ser suficientes para saber a donde va en verdad una situación. El poder de la delicadeza consiste en propiciar una visión más allá, darse el tiempo y el cuidado para aventurarse en el trasfondo de una circunstancia o sencillamente poder captar una nueva faceta de ustedes mismos que no hubieran podido conocer de otro modo. ¿No es dulce esa invitación?”.
Olga Castaño
Comentarios (6)
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