QUIERO QUE TÚ SEAS MI REGALO

Creado el: 2021-11-11 11:33 am

Lecciones

“No alcanzo a contar el número de gracias que recibo en un día, en verdad se pasan. La gratitud se desdibujó, ahora es una palabra para repetir de modo que alivia las culpas y obliga a la humildad. Mejor pensemos en la gratitud como un resultado, a veces como un sentimiento, y otras por favor como una distracción.

 

Ya les he dicho en otros momentos que conozco sus necesidades mejor que ustedes mismos, pues recibo del mismo modo el amor y la gratitud que suelen sentir, que lo digan o no cambia poco. Incluso muchos han aprendido a decirlo pero no lo sienten, no reciben esa presión del amor de haber recibido un regalo.

 

Eso es lo que me preocupa de las palabras, se vuelven hábito y luego se queda vivo el hábito pero no la intención, la verdad. Las gracias que más me gustan son sus regalos de bondad, esos pasos de amor en los que se involucran desprevenidos y alcanzan a sentir la belleza de dar y recibir.

 

Si alguien quiere ofrendarnos, darnos alguna devolución (que por supuesto no estamos solicitando), la mejor manera es darse ustedes mismos un regalo de bondad. Sean su propio regalo y ese es el mejor acto de gratitud. Nuestra ofrenda anhelada son ustedes creciendo, despejando su vida de marañas, hablando poco y con sinceridad, transformando sus defectos en virtudes. 

 

Cuando la gente avanza vemos estrellas en la tierra desplegarse, porque avanzar es el mejor pago a eso en lo que de algún modo sintieron nuestra ayuda. No somos lindos porque sí, este trabajo de acompañarlos no es por diversión, la expectativa suprema es verlos avanzar, quien avanza nos agradece.

 

Así que por favor no alivies tus penas agradeciendo, levántate a transformar esa pena, te sentirás mejor y estarás evitando penas futuras. Agradece a tus amigos y familia primero con el amor que sientes dentro de ti, justo antes de expresarlo, sin temor al egoísmo porque eso que ellos inspiran es tu regalo, es un regalo que tienes para ti.

 

Tampoco agradezcas más de la cuenta a quien te sirve o te ayuda, ese alguien se está haciendo rico por dentro con su entrega y con la resonancia de tu amor. Sin ser maleducado recuerda que gracias es muy fácil de decir, hay que lograr darle valor a lo que está ocurriendo, si no la palabra se queda vacía.

 

Reciban entonces la gratitud que sostiene la vida, como ella privilegia las cosas bien hechas, como en sus actos de máxima entrega no se detienen a esperar la gratitud porque han disfrutado tanto dando que sencillamente quedan llenos.

 

La gratitud se parece al amor, es la estela que marca el camino ya recorrido, no la pongas adelante, deja que llegue, abraza la vida con intensidad para que desprevenido un día encuentres atrás el rastro de lo que vivir intensamente un día causó”.

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Olga Castaño

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Comentarios (8)

Nos encantaría saber lo que sientes y piensas con este dictado, comparte tus experiencias o preguntas, sugiere nuevos temas.

Patricia
Que lindo, y oportuno! La gratitud y la felicidad se han puesto de moda, y también la culpa de no sentirlas, cada uno de nosotros estamos en nuestras búsquedas y como dices nada mejor que la reciprocidad de nuestros avances y logros para lo que recibimos!

2021-11-11 11:46 am

Olga Castaño
¡Pato que conexión, estuviste muy presente mientras recibía este dictado! 🌟

2021-11-11 11:59 am

Olga Castaño
“Sí señora, la cosa es que ya viven la gratitud, pero se la repiten como si fuera algo extraño”

2021-11-11 12:01 pm

Consuelo
Que linda enseñanza, seguiré abrazando la vida con gran intensidad, es mi luz para avanzar.

2021-11-11 12:54 pm

Olga Castaño
Gracias Consu, eso es 💪🏻💛

2021-11-11 02:17 pm

Carol
Precioso! Continuo estímulo nos envían del cielo para avanzar... Es conmovedor...! Es como tener una barra celestial que no escatima porras🤭

2021-11-13 03:29 pm

Olga Castaño
¡Sííí! Con ese amor para que más.

2021-11-16 07:27 am

Olga Castaño
“Querida, no imaginas cuanto, les tenemos cantos para antes de dormir y caricias en los pies para descansar. Es más, si lo permitieran levantaríamos su corazón a lo que les conviene”.

2021-11-16 07:32 am

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MEZQUINDAD HUMANA TESORO DIVINO
“Qué difícil es comprender la mezquindad, se las voy a explicar sencillamente y ustedes por favor no saquen conclusiones que no estén en el marco de todo lo que una persona es por completo, pues la mezquindad aislada asusta y despierta desprecio, pero amigos, la mezquindad es parte de las conquistas que emprenderán en medio del camino a la virtud. El bien y el mal no son algo simple, no pretendo enseñarles a diferenciarlos ahora, solo recuerden esto, el camino al bien es largo y exigente, el camino de retroceso es fácil y abrupto, les permite acceder a algunos de sus anhelos de manera inmediata pero se quedan anclados a las consecuencias por tiempos indefinidos. Sé que la invitación al bien va estando clara, es una realidad de la vida que se ha ido perfeccionando y ahora la humanidad medianamente entiende que no está bien hacer el mal. Ahora, cuánto de ustedes en su corazón entiende eso, vamos a tratar de verlo con la siguiente idea. Imagina que eres una semilla de naranja, una fresquita y recién caída de la fruta que alguien saborea con entusiasmo. Buscarás pronto la tierra para germinar y protegerte y así cumplir tu propósito, pero vaya si las cosas están difíciles, la tierra se ha cubierto de una extraña capa, el suelo ya no es blando y no puedes buscar por ti mismo el camino de vuelta a tu naranjo. La vida para muchas personas es la búsqueda del naranjo, volver al origen para germinar, tener el abrigo para sentirse bien y así poder cumplir el cometido. No poder germinar se ha convertido en un motivo de infelicidad, una cuestión de insatisfacción personal de no ser aquello para lo que sienten que están hechos. Quiero que sepan que muchos de ustedes no tienen como cometido volver al naranjo aunque provengan de él, y ese conflicto de no saber a donde ir se está convirtiendo en una pelea con la vida. Así, quienes tienen dinero buscan propósito, quienes carecen de lo básico buscan alivio y quienes están en medio padecen de una especie de conflicto existencial de luchar por su bienestar contra algo que pareciera impedirlo. No estamos hablando de clases sociales, me refiero a las metas humanas esenciales, los recursos para la vida que logran hacerlos sentir que están germinando. Una semilla de naranja germina en verdad de distintas maneras, como alguien lo haría si supiera que no tiene que anclarse a unos ideales determinados para lograrlo, más bien se trata de dejar que el verdadero camino se muestre y así encontrar la plenitud descubriéndolo.  Si empieza a quedar claro la mezquindad se refiere a una pelea con la vida por no ser la gran cosas que esperan, un ideal que ustedes mismos se trazaron sin darse cuenta de las implicaciones de aferrarse a unas ideas que no se cumplirán. La gente que mejor vive, en quien menos avanza la mezquindad, es la gente que se adapta sin cesar ajustando sus planes y enfocando sus esfuerzos en la oportunidad real de germinar, no en la oportunidad ideal. Al final, aceptando el misterio de la vida, la oportunidad real es la ideal, la que logra hacer brotar de la semilla de naranja una nueva variedad, más fuerte, adaptada, creciente. Sufren por su mezquindad, por su pelea con la vida, aquellos a quienes las oportunidades reales no logran satisfacer. Sufren porque inocentemente creen poder cambiar ese camino con su determinación por el conflicto, sufren también porque están esperando que un día la vida les otorgue la razón. Eso sería algo así como un pulso entre la fuerza transformadora de la vida y una pequeña semilla de naranja insistiendo en regresar a su naranjo, más o menos así es lo inocente de la lucha o al contrario la intensidad, el desgaste que puede llegar a tener una semilla, una persona, para finalmente adaptarse y germinar. Mezquindad es pelear con la vida para decirle como tienen que ser las cosas según tú, adivina cuanto la vida se ajustará a tu parecer”.
MENOS IDEAS, MÁS HUMILDAD
“Cambiemos esto de aferrarse a sus ideas como su manera inmediata de validación, de supervivencia emocional. Las ideas son salvavidas, lo sé, pero imagina que encuentras un día algo de qué aferrarte que te salva, y lo conviertes en tu mundo. Eso es como encontrar un flotador en aguas turbias, y quedarte prendido a él por tanto tiempo que lo conviertes en tu mundo. Ese mundo, claramente pequeño y limitado, no puede conducirte, solo presta el servicio de rescate, y hay que usarlo como medio, no como fin. Me explico. Has construido ideas de salvamento. Creencias que te han validado, que te han dado fortaleza. Has decidido por ejemplo en qué eres bueno, o por dónde deben ir tus esfuerzos, y te quedaste creyendo en esa respuesta puntual durante muchos años, aunque la respuesta quisiera cambiar. Es como si el flotador se pinchara, y perdiera aire de a pocos, o simplemente se fuera degradando con el ambiente, pero tú te dijeras que esa sigue siendo la salvación y que nada te va a sacar de ahí. Hace un tiempo, tal vez desde la niñez o la adolescencia, encontraste salvavidas que de manera aparentemente definitiva te sacaron de una amenaza, de una inseguridad o un peligro. Encontraste así el modo de sentirte fuerte, validado, seguro, y te apegaste a ello. Hoy, ese salvavidas ya viejo, espera ser renovado, reemplazado por otro que obedezca a las necesidades del momento, y tú, sin saberlo, sigues insuflando el viejo flotador para respirar soluciones viejas que solo traen más de algo que ya no es lo que corresponde. Las ideas a las que te aferras, amigo, desean cambiar. Eso es porque tus virtudes desean renovarse, seguir dando frutos, hasta prosperar. Tu apego a lo viejo, a ser sobre una identidad ahora obsoleta, está causando estancamiento, y fracaso. Empieza a oler mal ese empeño por ser la chica juvenil que un día se destacó por sus consejos o palabras exquisitas, o ese joven que triunfó utilizando sus primeros encantos y trata de conservarlos cuando ya lucen postizos y cansados. Debo decirte que te has perdido de cientos de salvavidas nuevos justamente debido al apego que has desarrollado a uno que otro que te trajo dicha o éxito. La dicha, el éxito, son siempre momentáneos. Por favor sé ambicioso y ve por más. Justo en este momento hay nuevos salvavidas tratando de sacarte del atasco, y por ser distintos al de tus afectos solo puedes dejarlos pasar y rechazar el avance natural de la vida. Cuando las cosas salen mal no solo hay que sospechar un cambio venidero, también hay que estar alerta y astuto para detectar los nuevos salvavidas, las maneras como la vida espera sacarte diferente del ahogo del momento. Seguir adorando el viejo flotador de la infancia es entregar tu devoción al pasado, a amenazas que ya no están ahí, o que ya superaste. El valor de tu vida, tu fortaleza o tu éxito, no se definen por las ideas que transportas. Si te estás sintiendo valioso solo por cuenta de lo que dices, de todo lo que puedes controlar, estás perdido. Más bien la autoconfianza que esperas será el resultado de la sana liberación, de saberte capaz de ser sin poner por delante un viejo recurso, una palabra, una defensa. Quien calla, incluso ante sus propios temores, está haciéndose más valiente de lo que puede apreciar. De momento pareciera indiferencia, pero acallar sus arremetidas mentales amigos, sus ideas desesperadas, es el camino para descubrir al desnudo la verdad que subyace a la realidad apremiante. Yo los invito mejor a que aprendan a callar. No importa si es un silencio parcial o momentáneo. Esa conquista, la del silencio, antecede la sabiduría inesperada. En contraste, el ruido de las ideas obsoletas o desesperadas desvía la onda de la confianza y conduce más bien al placer de los placebos, soluciones aparentes que a la larga no cambian nada profundo. Tus dones amigo están ahí, más cerca de lo que parecen. Solo que no estás despejando la niebla fétida de algunas ideas rancias, o no estás permitiendo que lo nuevo te transforme. No necesitas ser consciente o poner en palabras lo que cambia, al contrario, se trata de poder avanzar con auténtica confianza sobre la niebla más fresca y atractiva, sin explicaciones, sin frases célebres, sin pilares mentales que te hagan sentir fuerte de momento, y más bien sobre libertades que te hagan mover ligero, y austero. ¿Es difícil el silencio? Por supuesto, el silencio es el poder de los humildes”.
CÓMO TE COMUNICAS CON EL CIELO
“Nos gusta comunicarnos con ustedes, de hecho lo hacemos constantemente, solo que no siempre se dan cuenta. Espero que este dictado sea un recurso para recordarles los modos particulares en los que cada uno puede contactarnos, porque como verán nuestra comunicación se ajusta a sus individualidades, no es algo general para todos. A las personas más tímidas en el arte de creer en nosotros las acompañamos silenciosos, incluso nos gusta que piensen que somos solo una idea, para que así el cariño que les damos y nuestra compañía sean algo implícito en sus vidas, sin formas particulares o creencias a que aferrarse. La gente que decide no creer suele tener un vínculo con nosotros más allá de las ideas, y eso nos gusta, la dificultad que establece su decisión de no creer solo es una barrera para aceptar nuestra presencia en el mundo de sus ideas, pero en el resto del mundo que les pertenece a los incrédulos seguimos tan vivos como solo los más soñadores podrían pensar.  A quienes se aferran a sus creencias, a una idea de nosotros particular o a una fe aprendida, les pertenecemos encuadrados en su decisión de lo que aprueban de nosotros. Eso es algo retador, lo reconozco, porque expandirnos en su mundo mental es una especie de prohibición; somos para ellos lo que ya han decidido que somos, no de otro modo o con una nueva característica, entonces aunque nos permiten también nos encierran. Me gustaría decirte, si estás en este grupo, que nos dejes ser más allá de tus determinaciones sobre nosotros, te vas a sorprender gratamente, y te complacerá saber que tu imaginación aún se puede expandir 😉. Y están los más espirituales, me refiero a los que sienten y quieren sentir a través de su espíritu. Gente que sabe dejar de lado sus ideas y suponer cosas fantasiosas o contradictorias sin dificultad. Puede que tú también estés aquí a la vez que en uno de los grupos anteriores, eso es porque el ser humano no es solo un cerebro, solo ideas o conceptos aprendidos. Hay algo interior, un llamado a trascender, en el que todo es posible y no hay miedo de dudar. Así que comunicarte con nosotros pasará siempre primero por el filtro de tu mirada, una indiferente, una racional o una espiritual. Y todas se valen, solo intenta admitir como miras más, para que así, si tu deseo es recibirnos, puedas conseguir resultados concretos. Están quienes deciden mirarnos a través de su espalda, nos piensan siempre atrás y nos hablan sin mirarnos. Es muy divertido ver la confianza que tienen en que estamos ahí en todo momento y que somos cómplices de todo lo que emprenden.  Los más valientes nos miran a los ojos, es la gente ruda que decide enfrentarse a la vida retándola sobre lo que quiere proponer. A ellos los acompañamos más en sus decisiones, poniendo en sus mentes opciones abiertas, novedosas, a veces casi milagrosas. Ser así como los valientes es fabuloso, pero entraña una proeza, abiertamente deben decidir cuándo ir en contra de lo que es nuestro consejo.  Y quedan los obedientes, escasos y conflictivos, que hagan caso en lo que les decimos no siempre indica que se sienten bien con ello. Siguen nuestro consejo pero avanzan refunfuñando, ser así es paradójico ya que después de la insatisfacción suele llegar la sorpresa, cuando los resultados avanzan más allá de lo esperado y se deslumbran de lo positivo de la idea que siguieron. Ellos viven en un juego, entre su voluntad y la de la vida, pero al final son astutos, y gozan de regalos inesperados. Entonces, partiendo de cómo nos ven es como ustedes se comunican con nosotros. Sabrán que para algunos de ustedes nuestras palabras no son una buena idea, más bien hay que dejarles sensaciones o inquietudes. En cambio a otros es grandioso darles una señal o mensaje concreto, porque harán con ella lo que se espera. Si entregamos a un tímido una palabra específica se va a asustar y cerrará los canales de comunicación que ya están fluyendo. Si en cambio somos modestos con los obedientes perderemos su atención, o si dejamos de retar a los valientes se van a aburrir de no tener un contrincante esencial. Así que vayamos a practicar nuestra comunicación reconociéndose primero, según su mirada nosotros nos vestimos para ustedes. Siempre hay maneras, si no te ubicas en una de las características es porque tal vez no sabes aun que ya vives una relación implícita a tu propio modo singular. Pides al cielo, a la vida, a Dios, y eso somos nosotros, los medios de comunicación con esas entidades poderosas, el modo como lo más elevado cobra vida en esta realidad para acompañarlos”.
LA LUZ QUE TE CUBRE
"Hay una luz tratando de abrigarte. Hace tiempo esa luz trata de ponerle calor y verdad a tus días, pero tú, amigo mío, la rechazas sin saberlo. Esa luz, personal, íntima, sagrada, no está ahí para complacerte, y esa es quizá la parte más difícil de recibirla. Esa luz es entonces un reto en sí mismo.Una luz que invita a renunciar a una conducta es una luz retadora. Ni qué decir de la luz que trata de detenerte. Pues voy a recomendarte que seas más astuto y sospeches que si una fuerza de la vida, silenciosa y precisa, trata de redirigirte o alertarte, le hagas un poco más de caso.El ímpetu por complacerse, por estar satisfechos rápidamente, los lleva a tomar decisiones que no calculan los beneficios a largo plazo. Es así como los veo con frecuencia eligiendo el camino más corto, el plato más atractivo.Resulta que la luz a veces ilumina rincones austeros, descuidados, o poco valorados. No viven ustedes en una sociedad que valore mucho el bienestar en la vejez, o que alabe el amor honesto y la verdad de las cosas. Más bien han recibido muchos estímulos para parecer fabulosos, exitosos y felices aunque no lo sean en verdad. Y ya sabemos todos que la felicidad es exigente en extremo, si no es real, ni dura, ni llena.Quiero que sepan respetar su luz. A veces la luz los invita a madurar, y ustedes la detienen porque desean seguir siendo juveniles, entusiastas, no se quieren aburrir. Por supuesto están atendiendo el prejuicio de que la madurez es triste, que si la piel se arruga, la vida aburre. Les contaré un secreto en este dictado: la vida se compone más de experiencia que de gracia. La gracia de la diversión, del entusiasmo o la alegría, es el complemento más bien de algo sustancial que cubre los días y el fondo del corazón. La experiencia en cambio, administrada con atención y ambición de cosas plenas, consigue algo a prueba de falta de alegría: plenitud.Es como una barriga llena de satisfacción de ustedes mismos. ¿No quieren una vejez con hambre, o sí? Hablo de que una juventud enfoca únicamente en la alegría y satisfacción inmediatas difícilmente construye una madurez rica en el gusto de ustedes mismos. En la medida en que una persona entiende su plenitud la sigue llenando satisfactoriamente. Sospecha, amigo, que no te da plenitud vivir un día agobiante y una noche de placer para compensar. Entre sumas y restas sales perdiendo, eso es definitivo. Al contrario, quien se anima a descubrir, a permitir que la luz le ilumine sus mejores rincones, se aventura en la búsqueda más complaciente, la de llenar espacios descuidados de armonía y placer profundo y duradero.«¿Eso cómo se hace?», me suelen preguntar. Pues esta vez les dejaré lo que espero que sea un decálogo de satisfacción profunda. Si bien no confío mucho en las listas, tal vez la puedas leer con la astucia de no chulear, de no dar nada por sentado, de ir al placer de explorarla valiente para ver qué tan vacío se encuentra ese rincón. Y volver. Hoy céntrate en un par de elementos, luego ven por más, no todo a la vez, mejor donde la luz ponga su rayo este día.Para ir a lo profundo es mejor no tener prisa, la prisa confunde y entorpece.Evita vivir en función de hacer sentir bien a los demás. Es mejor que ellos se inspiren en ti, no que dependan.Descubre satisfacciones discretas, íntimas, que no necesiten de nadie más, de espacios o momentos. A veces un talento es el descubrimiento más revelador para alimentar la plenitud.Trabaja en equilibrio con lo que eres. No puede el trabajo ser un sacrificio, un alimento para el ego, o una mentirilla para ganar dinero. Trabaja logrando que ese espacio se parezca a tu esencia.Ten ambiciones que cubran distintos niveles de ti mismo. Si tus ambiciones materiales no están ligadas de algún modo a tu nivel trascendente entonces duda. Nota: no cuenta dar como trascender.Acaba tu día sonriendo por el pequeño paso que pudiste descubrir en medio de las actividades de rigor. Encuentra algo que aprendiste, algo que cambió, o algo que ayudó a sanar.Perdona. Al incauto, al torpe, al malintencionado. Distingue cuánto de eso es personal y cuánto en verdad es solo la historia de su propio vacío.Abraza. Para que un abrazo suceda sincero hay que tener vínculos estrechos, que superan defectos y conflictos. Ten una caja de tesoros invisible, llena de riquezas intangibles, con un poder que no se pueda contener. El amor fraterno, tu bondad, las buenas historias, las batallas triunfales, son cosas que pueden hacer estallar esa caja imaginaria.Duda de ti siempre para aprender. No te desgastes dudando de lo que no vas a cambiar. Duda, eso sí, de lo que no está trayendo una riqueza para el cofre de los tesoros invisibles.Invitados entonces a elegir uno de los consejos, profundizar, vivirlo. Te adelanto trabajo, no elijas el que te hace sentir glorioso de inmediato, sé astuto y elige el que la luz discreta trata de iluminar, que puede ser precisamente el que más necesita trabajo consciente 😉".¿Necesitas ayuda? Con gusto, deja tu pedido en los comentarios, o hablemos por WhatsApp.
INTUICIÓN: INTELIGENCIA SUPERIOR
“Resulta que mucho de lo que haces o vives está regido por la intuición, así que aprender de ella es aprovechar una inteligencia siempre disponible y creciente que va a mostrarte caminos y a enseñarte a crecer. Recibes un llamado constante a transformarte positivamente, que no cambies en nada es más bien resultado de un esfuerzo que seguro te deja agotado. Cambiar es parte de la esencia de vivir, consiste en adaptarse y desarrollar recursos para enfrentar mejor la vida tal como se te presenta. Pensar entonces que espiritualidad es solamente paz y amor es retraerse de la realidad para crear una propia que difícilmente prevalecerá.  Así que gozas de inteligencia espiritual con el propósito de adaptarte a distintos retos con todo lo que eres, no solamente en lo evidente. Eso por supuesto trae progresos, encausa la plenitud y llega a potenciar tu capacidad de crear. En general la intuición es la inteligencia que te eleva. Está ahí entonces ese primer papel de la intuición, el de resolver situaciones y crear posibilidades; lo contrario, lo que bloquea esa inteligencia, es la intención de recurrir solo a lo ya conocido, a lo comprobado, a lo familiar. El miedo y la desconfianza logran apagar a la intuición. Podemos citar un segundo papel asombroso de la intuición, decirte que no. Puede que te escuches diciendo que nunca lo hace, pero si observas notarás que sucede, que aunque parece efímera la sensación de “no lo hagas” está ahí, y lo que ha venido pasando es que te familiarizaste con ignorarla de inmediato. Esta capacidad es asombrosa porque hace de la intuición una cuidadora, un respaldo, protección. Hay algo de ti que sabe lo que te conviene o lo que no ha de ser, sé que has soñado con algo así, que te ahorre problemas o tiempo malgastado, pues ahí la tienes, la vamos a potenciar. Un tercer papel de la intuición es el de enseñarte a crear. Ser un creador amigo es tener una inteligencia a disposición que siempre va a ofrecerte alternativas, que puede ver las situaciones desde perspectivas impensadas, que crea soluciones prósperas y profundas a los asuntos más pequeños. Puedes ser un creador, de hecho a veces lo haces, imagina que expandes esa inteligencia a esferas en las que tu mundo infinito se encuentra ahora limitado. Me gusta decir que esta inteligencia es la puerta a la verdadera libertad. Entender que la intuición es una inteligencia superior va a librarte de batallas innecesarias. La terquedad va a decirte que tú ya sabes que hacer o que esto ya está definido y que no tiene otra lectura. La ilusión de tenerlo todo bajo control te dirá que no tienes porqué andar haciendo pruebas o aprendiendo nuevas habilidades en todo momento. Y el miedo amigo va a decirte que esto es demasiado raro para ser cierto o para estar a tu alcance. Suponer algo superior los suele asustar, lo sé, pero ese es justamente el comienzo, enfrentar en la práctica que algo superior está ahí disponible, fuera de su control pero dispuesto a crear con ustedes. Tal vez no haga falta decirlo pero el primero requisito de la intuición es la humildad. Puedo recomendarte que no te midas con ella, no la retes ni la agobies; no va a estar respondiendo todas tus preguntas ni resolviendo curiosidades, no puede obedecerte ni complacer tus anhelos, si de verdad la puedes aceptar como superior entonces entenderás que no se trata de que tú la dirijas sino que al fin te dejes dirigir, creo que esa es la cuestión. Puede que estés más convencido de lo que piensas de que tu inteligencia superior reside en el raciocinio, y que sigas peleando por esa supremacía sin darte cuenta. En realidad la intuición lleva la ventaja, no necesita debatir o razonar para saber a donde ir, qué bien le haría algo así a tu vida, una mano que te ayude, una voz sabia que te diga que no o te guíe, una autoridad que te rete. Hasta eso llega la intuición cuando prima el respeto, puede llegar a corregir aquellos defectos que no creías tener. Entonces comprendamos una cosa, tratándose de un misterio profundo no hará mucho bien llenarse de teorías o afirmaciones sobre la intuición; al contrario ella es más grande si en vez de intentar descifrarla te esfuerzas por tratar de sentirla. Una vez la aprendes a sentir esa conexión crece por sí misma, todo porque va siendo demasiado evidente a tus inteligencias conocidas, a tus viejos principios, que algo grande te acompaña y se dispone, entonces la sana astucia te guiará a obedecer, a crear”.