SECRETOS PARA PROSPERAR

Creado el: 2021-07-17 03:20 pm

Lecciones

“Mucha gente me pide que le ayude con el dinero, veamos algunas aclaraciones necesarias para que ayudarles sea más fácil, como aliados, como compañeros, no más en esa idea de que aquí proveemos o quitamos.

 

La gente quiere dinero, obvio que es necesario para vivir, compone la base de los recursos para existir en un mundo como el que han construido. Ahora, ¿cuánto dinero necesitas para ser feliz?, no digo que el dinero no hace parte de la felicidad de vivir, lo que quiero que te preguntes con pausa y actitud contemplativa es ¿cómo funciona tu verdadera plenitud?.

 

Para que el dinero abone a tu plenitud tiene que haber un balance entre comodidad y responsabilidad, no anheles una fortuna de la que no te harás responsable con gozo y sabiduría, ya tengo a muchos enredándose la vida con logros que no los complementan.

 

La vida modesta es más simple, se compone de lo básico y sobre ello van y vienen los complementos, en una vida de excesos, que es lo que muchos esperan hacer con el dinero que desean, los altibajos son la constante y por tanto las decisiones se alejan del equilibrio. Una persona no consigue eso que lo va a complicar siempre que nosotros lo estemos cuidando, cuidamos a la gente libre para que tenga lo que necesita, cuidamos al corazón bondadoso de la posibilidad de despilfarrar y cuidamos al ávaro de acumular y suponer que eso lo hace feliz.

 

La función del dinero en un sentido espiritual es proporcionar una base sumamente exacta sobre lo que ese espíritu en particular necesita; a los espíritus testarudos les damos poco para que se hagan más flexibles, los espíritus que aprenden fácil suelen tener garantizada su subsistencia y todas las condiciones que les facilitan el aprendizaje. A los más jóvenes les damos mucho con que divertirse y poco con que comprometerse y a los maduros les entregamos las comodidades que tanto les faltaron en su juventud.

 

Cuidado que no estamos hablando de justicia divina en torno del dinero únicamente, es bueno que tengas claro que las carencias no son castigos o amenazas, mas bien son una estrategia bastante eficiente por medio de la cual logramos poner un cerco a quienes tanto les cuesta aprender.

 

De hecho puedo enseñarte a hacer dinero, siempre sabiendo quien eres tú, como aprendes y conociendo tus maneras más probables de perder la virtud. Luego dejarás que te muestre tus verdaderos talentos, lo que a muchos no suele complacer porque insisten en ser algo que ya vieron en otro y hacer dinero sucede más fácilmente por medios bastante particulares a cada quien.

 

Es curioso que los espíritus más ociosos me pidan ayuda insistente para ganar dinero fácil, si vas entendiendo la lógica del Cielo para el dinero sospecharás que serán personas para quienes todo logro en la vida será mediado por el trabajo dedicado. En contraste tengo a estos espíritus crecientes, gente que está ahí viviendo su vida en torno de crecer y hacer crecer el mundo, a la vez que son excepcionales se quieren ocupar de esas tareas confundidos esperando que su vida sea regular, la gente que cambia el mundo no puede estar distraída, así que a ellos suelo garantizar unos recursos también excepcionales.

 

Así que hay un equilibrio deseado, avanzar siempre para estar mejor pero sabiendo quien eres, con sueños muchos más propios, más íntimos, no tan prestados o forzados. Cuando aceptas mejor tu naturaleza es cuando mejor te puedo ayudar a lograr cosas que sin ser indispensables en tu proceso te hacen la vida más sabrosa, ahí esta la clave más importante”.

 

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Olga Castaño

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Comentarios (9)

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Carol
Esta super llegar a una respuesta íntima y auténtica de ¿abundancia par qué? ¿cómo me ayudaría a crecer y a hacer mi aporte al mundo? y entonces fluye porque cuando vas aclarando esas respuestas todo es abundancia... Siempre lo ha sido... La vida es generosa desde cualquier perspectiva

2021-07-17 07:39 pm

Olga Castaño
Gracias Carol por tu mirada, cuánta gente quejándose por dinero y tú resaltando la abundancia 🙏🏼

2021-07-17 08:28 pm

Carol
😍

2021-07-17 08:47 pm

Adriana C
Es impresionante cómo el cielo nos muestra que la abundancia no está únicamente expresada en el dinero y en acumular para vivir recetas de vida. La sabiduría que se encuentra en la abundancia, es aquella que nos conecta con nuestra propia esencia, con nuestro ser. Siempre se trata de volver a nosotros mismos, en todo lo que nos compone. Tan simple y tan complicado como eso.

2021-07-18 05:06 pm

Olga Castaño
“Adriana, tan clara es tu reflexión como tu reto, si van entendiendo que se trata de una receta meramente personal será más fácil para nosotros ayudarles a encontrar satisfacción”.

2021-07-19 07:04 am

Consuelo
Que maravilloso para reflexionar, cada día irnos puliendo más y ser más felices. La mayor riqueza es saber que somos una esencia maravillosa y guiados por algo que la naturaleza humana no alcanza a entender fácilmente, pero a medida que sepamos valorar esa riqueza vamos sintiendo que no estamos solos. Felicitaciones 😘

2021-07-23 08:29 am

Olga Castaño
“Mi querida Consuelo, disfruto tanto tenerte por aquí y leer tus palabras que voy a aprovechar para decirte que tus progresos son maravillosos, entender la vida te está ayudando a ser más libre, más joven, más hermosa en tu corazón”

2021-07-23 08:32 am

Juan Felipe
El trabajo dedicado y enfocado al redescubrimiento de nuestra naturaleza nos permite ver la abundancia en cada contexto de nuestra vida. Pienso que el ser ya es abundante por sí mismo, los retos y el compromiso con el desarrollo interior a través de la experiencia, proporciona momentos de una riqueza inconmensurable. La decisión de vivir entrega los elementos necesarios para hacerlo. Un saludo muy afectuoso.

2021-08-19 05:31 am

Olga Castaño
¡Juan Felipe, que gusto leerte! Así es, "la decisión de vivir" conquistada en distintos niveles, en distintos espacios de nosotros; la lucha de los decepcionados. Abrazos, gracias por escribir.

2021-08-19 06:29 am

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QUIERO QUE TÚ SEAS MI REGALO
“No alcanzo a contar el número de gracias que recibo en un día, en verdad se pasan. La gratitud se desdibujó, ahora es una palabra para repetir de modo que alivia las culpas y obliga a la humildad. Mejor pensemos en la gratitud como un resultado, a veces como un sentimiento, y otras por favor como una distracción. Ya les he dicho en otros momentos que conozco sus necesidades mejor que ustedes mismos, pues recibo del mismo modo el amor y la gratitud que suelen sentir, que lo digan o no cambia poco. Incluso muchos han aprendido a decirlo pero no lo sienten, no reciben esa presión del amor de haber recibido un regalo. Eso es lo que me preocupa de las palabras, se vuelven hábito y luego se queda vivo el hábito pero no la intención, la verdad. Las gracias que más me gustan son sus regalos de bondad, esos pasos de amor en los que se involucran desprevenidos y alcanzan a sentir la belleza de dar y recibir. Si alguien quiere ofrendarnos, darnos alguna devolución (que por supuesto no estamos solicitando), la mejor manera es darse ustedes mismos un regalo de bondad. Sean su propio regalo y ese es el mejor acto de gratitud. Nuestra ofrenda anhelada son ustedes creciendo, despejando su vida de marañas, hablando poco y con sinceridad, transformando sus defectos en virtudes.  Cuando la gente avanza vemos estrellas en la tierra desplegarse, porque avanzar es el mejor pago a eso en lo que de algún modo sintieron nuestra ayuda. No somos lindos porque sí, este trabajo de acompañarlos no es por diversión, la expectativa suprema es verlos avanzar, quien avanza nos agradece. Así que por favor no alivies tus penas agradeciendo, levántate a transformar esa pena, te sentirás mejor y estarás evitando penas futuras. Agradece a tus amigos y familia primero con el amor que sientes dentro de ti, justo antes de expresarlo, sin temor al egoísmo porque eso que ellos inspiran es tu regalo, es un regalo que tienes para ti. Tampoco agradezcas más de la cuenta a quien te sirve o te ayuda, ese alguien se está haciendo rico por dentro con su entrega y con la resonancia de tu amor. Sin ser maleducado recuerda que gracias es muy fácil de decir, hay que lograr darle valor a lo que está ocurriendo, si no la palabra se queda vacía. Reciban entonces la gratitud que sostiene la vida, como ella privilegia las cosas bien hechas, como en sus actos de máxima entrega no se detienen a esperar la gratitud porque han disfrutado tanto dando que sencillamente quedan llenos. La gratitud se parece al amor, es la estela que marca el camino ya recorrido, no la pongas adelante, deja que llegue, abraza la vida con intensidad para que desprevenido un día encuentres atrás el rastro de lo que vivir intensamente un día causó”.
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“Tal vez más de lo que puedas reconocer, por eso hicimos este dictado, para que entiendas porqué te interesa tanto y como evitar los excesos e intromisiones. La vida, ajena, es fácil de decir, es asunto de los demás, pero pensar en ellos es una de las maneras más inmediatas de aprender a vivir y de ahí nace su verdadera importancia. Ahora, cuando tu mirada es de juicio, o de imitación, corres el peligro de perderte del verdadero propósito de observar. Observas a la gente para aprender, para encontrar soluciones a tus necesidades o para inspirarte, y aún así no te quedas solamente con las observaciones en torno de tus respuestas sino que captas a los demás desde tu propia experiencia, te comparas. Compararse significa en este caso medirse las soluciones o problemas ajenos y decidir cómo te calzan, para después obtener una conclusión. Lo que haces con esa conclusión es a lo que quiero que prestes mucha atención, pues se trata de una semilla o de un veneno. Por ejemplo, si tienes esa opinión personal de que la gente dañina es despreciable deduces que despreciarla es parte de corregir el problema; así, cuando te enfrentas a un daño cercano, íntimo, y te fuerzas a despreciar pero no resulta, caes en concluir que ese daño no tiene solución. Hablamos de parejas, de padres e hijos, de las relaciones laborales, gente a la que en principio no deseas renunciar o despreciar, gente con la que seguramente compartirás algunos años de tu vida. Cuanto cambia el panorama cuando lo que juzgas habita cerca en el corazón, quien hace daño en un noticiero es un dañino fácil de despreciar, quien lo hace al otro lado de la cama o del escritorio es alguien con quien discernir y actuar puede ser un verdadero reto.  La invitación no es a dejar de fijarse en la vida de los demás, de hecho lo seguirás haciendo instintivamente. Lo que trato de decir es que es liberador aprender a ser consciente de lo que haces con lo que observas, o de lo que dejas de hacer. Hemos hablado de la importancia de los límites, recuerda, incluso en el amor conserva la distancia; solo que a veces no lo deseas aunque lo sepas conveniente, y esperas que el otro al que aprecias entre en tu mundo en total armonía cuando eso mi amigo nunca va a ocurrir tal como supones que es el mundo para ti.  No esperes más que tu lealtad se traduzca en un mundo leal, o que la gratitud o la generosidad que te caracterizan hagan eco en quienes amas solo porque has decidido acogerlos en tu mundo; esta verdad sobre lo que los otros son en su esencia no cambia porque los incluyas en tu vida, la gente sigue siendo lo que es y tú más bien debes ser inspiración para causar la semilla. En cambio te enfocas en crear armonías obligadas, en atender detalles desesperados que reinventen el mundo propio más allá de la verdad esencial y te quemas, causas veneno que tú mismo ingieres porque sacrificas la verdad de cuenta del inmediato placer que produce idealizar. Hablamos amigos de sentir con valentía la verdad y poder convivir con ella o de llenarse de fantasías para padecer las agonías del veneno invisible del deseo no cumplido. Quiero que la próxima vez que observes a alguien y saltes a las conclusiones pienses en tomarte los instantes para hacer semilla, no veneno. No esperes más que el mundo sea como tú, no quieras más controlar el comportamiento o el deseo de quienes hacen parte de tu vida, esa conducta además de alejar tu bienestar está redundando en empeorar los daños ajenos, pues además del daño original tu cometido de redirigirlo lo vuelve una mentira, hay que pensar otra vez la próxima vez que quieras juzgar”.
LOS QUE SANAN
"Este dictado es una dedicatoria especial a toda la gente que merodea por aquí con el ánimo de ayudar. A ustedes amigos les recordaré una y otra vez que su tarea es siempre primero con ustedes mismos, y en eso estaremos trabajando sin tregua. Sin embargo, haremos un homenaje a los privilegiados llamados a servir a otros de puente hacia el alivio, la liberación, el progreso.Sanar no es una tarea fácil. Tú mismo lo has notado cuando enfrentas alguna molestia y te ves atado, sin saber cómo resolverla. No es fácil porque a veces sanar algo es el medio esencial a través del cual la vida trata de enseñar algo profundo.Cometen, entonces, el error de suponer con facilidad que el estado normal del ser humano es la salud perfecta, y eso, lejos de ser real, es un tormento cuando algún síntoma persiste o cuando el cuerpo llama a relaciones más complejas.Veamos mejor cómo podemos asociarnos, cómo respetar, y a veces entender, la voluntad de la vida manifestada en la salud de alguien. Cómo acercarse al aprendizaje deseado que liberará la tensión entre lo material que es el cuerpo, y lo espiritual que es la tarea.La tarea de sanar es sobre todo una tarea personal. Es decir, el gran tratante ofrece herramientas, hasta mueve cosas dentro de las personas, pero sanar depende en esencia de quien padece el problema.Es por eso que procedimientos perfectos a veces causan desenlaces desafortunados. O es así como algunas ambiciones terapéuticas heroicas se quedan en el estoicismo del tratante.Te corresponde amigo, si eres tratante, ser profundamente respetuoso del proceso ajeno. Se te olvida con frecuencia ese pedacito justamente, que se trata de algo ajeno. Entonces te veo frustrado o angustiado por no obtener los resultados acostumbrados, avergonzado por no hacer lo que otro tratante encontró obvio y exitoso, ofuscado por no proceder con celeridad o no estar seguro.Si bien la ciencia alcanza ahora certezas comprobables, no existe aún un método que te garantice con absolutez los resultados anhelados. Tampoco existe una intuición a prueba de fallo, ni un ser humano a quien no le corresponda la tarea de fallar de vez en cuando.Dicho eso, que espero lo apropies con un poco más de facilidad, recuerda que le sirves de puente a alguien más. La sanación misma no eres tú. Ya hemos hablado de la vanidad de quien da (https://www.dictadosdelcielo.com/blog/aprendices/la-vanidad-de-quien-da) y sé que es realmente difícil no caer en ella de uno u otro modo.Al ayudar a sanar, querido amigo, los medios no deberían ser más importantes que la naturaleza misma de servir. Debo decirles que lamento verlos peleados con un método solo por ideologías, que me entristece que se nieguen nuevos conocimientos por haberse adscrito a una filosofía, o que se abstengan de recursos de cuenta de obedecer a la tendencia.Un auténtico sanador es ecléctico por naturaleza. Ni desdeña recursos, ni se cierra a nuevas posibilidades. El criterio eso si es el mapa de mis amigos sanadores, un criterio flexible de hecho, y en constante retroalimentación.Si quieres ser mi aliado para ayudar a sanar, lo cual me haría muy feliz, es indispensable que estés abierto a la parte también retadora de trabajar conectado con nosotros. Hace unos días disfrutamos escribiendo un mensaje para una amiga médica. Ella quiere aprender y cuando alguien muestra voluntad yo corro a enseñar. No digo que ella vaya a quedar lista con ese dictado, pero sé que se va a animar a seguir creciendo como tratante, ya veremos cómo garantizamos que el aprendizaje preciso toque a su puerta.Reza su mensaje:Querida,"Hoy sí hablémosle a la bata blanca. El acto médico es bastante propicio para la intervención divina, y si tú me ayudas puedo servir y sanar a través de ti.Sin más merodeos, te diré lo que es difícil de lograr, para que sepas que lo aprenderás con paciencia y devoción. Paciencia para entender que no siempre sale como esperas. Devoción para entender que a través del error, las pruebas, las devoluciones, es como mejor aprenderás.Es difícil:Sentir para el otro cuando yo no estoy interesado en que sientas. Por mucho que lo intentes, o estés involucrada, cuando no es, no es.Tratar sin corazón. No habrá, desde ahora, caso en el que no te quiera sensible. A veces solo para perdonar, para deje pasar, para ser, te necesito sensible.Dejar de lado tu conocimiento de la medicina. Utiliza la ciencia, no la discutas, no la niegues, no la excluyas. A veces, la solución inesperada será un medicamento de rutina.Dominar este arte. Siempre será una ilusión, te sentirás grandiosa algunos días, otros tan solo habrá silencio o vacío. Siempre este arte depende de mí, no de ti…"Bueno, mejor no les cuento más, el resto del dictado es tan personal como quiero que sea el aprendizaje de cada uno, incluso como tratante.Ahora, si miramos todo esto a los ojos de quien recibe un tratamiento, quiero que el compromiso esté por sentado. Es obvio que quien te trata no puede darte la salud y el bienestar que tú mismo no trabajas. Sé que hay gente que alivia con su sola presencia, eso lo aprecio y lo reconozco como una ayuda de valor inconmensurable. Pero, ni siquiera estos seres de presencia sublime pueden entrar en ti a cambiar hábitos, mecanismos, patrones. Los cambios a larga han de venir de ti mismo.Que por medio de la ayuda de estos tratante maravillosos que sueñan con proveerte salud, tú mismo cruces distintos umbrales de aprendizaje.Entendamos a la salud como una cuestión misteriosa y compleja, dándole el permiso de obrar sobre terrenos austeros que necesitan progreso.Y siempre entiéndase aliados. Para los tratantes, quien padece es necesariamente un socio; para los tratados, su tratante ha de ser un facilitador al que se le respeta por su formación y su idoneidad.Conciliemos entonces en este camino de ser más progresistas en la idea de sanar. Sigue habiendo mucho qué descubrir, pero ya se han revelado tantos medios maravillosos que deberían estar más enfocados en adelantarse en su camino espiritual a través de las necesidades manifiestas de su salud.Para mí, quien busca sanar se ha colgado la mochila y ha emprendido un viaje. Esos son quizá mis mochileros favoritos".
¿SÍ TIENES QUIEN TE REGAÑE?
“Si nadie en tu vida tiene la voz para regañarte entonces estás pobre. Quiero que tengas a alguien a quien miras con autoridad y le permites reclamar por tus errores. Ya sé que eres adulto y sabes cuando te equivocas, pero no esperes poder ver tu mundo por completo siempre solo. Las miradas externas, cuando son sabias y albergan afecto, son la luz que te libra de la oscuridad que no sabes que posees. A propósito tengo algunas amigas que no logran ver en que están fallando, son mujeres autónomas que prefieren vivir la vida bajo su propio criterio y consideran que ese es un acierto en sus vidas. Hoy les digo a ellas que replanteen por favor ese principio y se dejen envolver por la manta de quien mayor o más sabio en algún sentido las puede detener y ayudarles a mirar un poco más allá. Esa persona que te regaña no será siempre la misma, de hecho lo normal es que cambie, o que teniendo a alguien especial le des ese permiso a un consejo inesperado sin fijarte tanto de quien proviene. La mirada que acepta un regaño es una mirada abierta y optimista, admiro a la gente que puede ver más allá incluso cuando se está sintiendo mal por sus fallas. Si aún no logras semejante poder practica, aguanta el temblor de la incomodidad y somete tus ojos a la luz para que más allá de la culpa o la vergüenza veas la oportunidad presente en tu error o en tu dificultad. Tener quien te regañe aporta también una figura de autoridad, y que bien te viene respetar a alguien que siendo semejante puedes ver superior al menos en algún sentido. Es difícil que crezcas si no entiendes que hay gente más adelante que tú en algunos elementos vitales. En cambio es fácil avanzar cuando sabes que caminas en medio de muchos caminantes y que cada quien disfruta de riquezas que a veces corresponde compartir. La figura del regañador es más bien la figura del consejero, del mentor. Puede que hoy no esté tan de moda pedir un consejo, o que cueste mucho acudir a un experto, pero ocurre que puedes tener a la mano, en tu lista de contactos, gente que con una llamada y un cafecito ofrecerá ese concepto que tú mismo sabrás cómo convertir en un regalo. Vuelvan a acostumbrarse a los diálogos, a las conversaciones sobre lo personal, no como se hace con frecuencia, para pavonear frases célebres, sino más bien para ser honestos, y para sorprenderse de lo revelador que puede ser abrirse a otra persona. Por supuesto que hablo de conversaciones que rompan modelos, no esas con los de siempre en el lenguaje de siempre. Ahora, ser quien regaña es una tarea tan delicada que mejor debe ocurrir espontáneamente. Si ya te sientes quien siempre regaña algo raro está ocurriendo. Mejor deja que dar consejos y recibirlos sea una experiencia nacida del evento milagroso de una conversación tejida con cuidado y naturalidad. Evita regañar a quien no está buscando cambiar, te sentirás invadiendo un campo minado. Claro que hablamos aquí de regaño como esa apreciación bien intencionada en la que alguien tiene la facultad de mostrarte, sin cantaleta o sermones, algo en lo que hace falta cierto redireccionamiento.  De hecho los mejores regaños (quise llamarlos así por su connotación de incómodos) ocurren sin palabras directas, en medio de una apreciación que se va directo al pecho en torno de algo en lo que seguramente te sientes atascado. Así amigo que disfruta los regaños, vuelve a la autoridad, respétala, y ten mucho cuidado cuando te corresponda serlo. Estamos hablando de esa bella facultad humana de enseñarse los unos a los otros el arte de vivir. Se ha perdido la costumbre y me gustaría verlos tener más charlas espontáneas en las que descubren algo liberador para ustedes mismos o para los demás”. 
LOS ERRORES DEL PASADO
“Los veo enredados resolviendo en sus ideas los eventos que ya deberían quedar atrás. La vida amigos encuentra maneras de poner en el presente lo que hay que resolver, esta es una invitación entonces a refrescar la mirada, a superar en el ahora y con nuevas capacidades eso que alguna vez no salió bien. Mi amiga Andrea sigue atada a errores de su juventud, y aunque trata de seguir adelante no sabe cuanto está obedeciendo a las culpas y las consecuencias de lo que una vez ella protagonizó. Este dictado no es para absolverlos, o para darles la sensación de que no hay nada por hacer, al contrario lo que espero es que puedan verse sanando sus propios errores a través de nuevas actuaciones, de un despliegue de ustedes mismos renovado donde resuene el poder que alguna vez faltó para hacerlo mejor. Sé que volver al pasado es apasionante, más que nada para la comprensión. La comprensión produce perdón y perdonar es un comienzo fundamental. Ahora, me parece que quedan con ganas de poder hacer algo, de reparar, de transformar una realidad. A eso me refiero cuando les digo que la vida encuentra maneras de traer al ahora la oportunidad de transformar eso que quedó dañado; es que los errores tienen una función formativa, cambian a las personas, o al menos les dan una oportunidad concreta de cambiar. Si sigues mirando entonces tus errores del pasado sin haber hecho algunos cambios tal vez eso explique la incomodidad que aún persiste sobre lo ocurrido. Podrás notar en cambio que algunos hechos contundentes, dolorosos o vergonzosos, han sido superados gracias precisamente a algún tipo de reparación de tu parte. Aclaremos, no se va a presentar una opción calcada, es decir no te verás en la misma situación otra vez, pero sí vas a verte teniendo que usar ese poder que no tuviste en el pasado. Es ahí cuando decides abrir el corazón y enfocarte en cambiar antes que nada, el perdón y la paz vendrán detrás como premios a un cambio verdadero. Es lo que ahora trato de hacer con Andrea, que ella entienda que en el ahora reparará esos eventos de su juventud. La veo compensando a su familia, incluso dándoles lo que no están necesitando, los mira a través del velo oscuro de la responsabilidad no asumida y entonces llora en sus adentros los hechos pasados de los que no se puede desprender. El tiempo ha hecho lo suyo, la familia al contrario ha superado mucho de lo que fue tormentoso, y tienen una nueva idea de Laura a pesar de que ella se sigue viendo como la jovencita que se equivocó. Esa mirada le impide ver lo que de verdad necesitan de ella, y la encuentran tan desesperada por complacer que hasta se aprovechan sin querer de sus inocentes intenciones.  ¿Como sabrá Andrea lo que de verdad necesitan de ella?. Para comenzar cada uno está necesitando algo distinto. Su presencia, su atención, su respeto, su autoridad; ya ella sabrá sentirlo, porque sé que cada uno se lo muestra con sus ojos, con sus dificultades, con su apetito de recibirla. Al contrario esos espacios de sus vidas donde no la reciben, donde no resuenan con ella, están saciados y espero que Andrea pueda respetarlos. Insisto, la tarea es esforzarse por ver con claridad el ahora, no esforzarse por corregir el pasado, y así mejor corregir lo que quede por corregir. Si miras claramente en los eventos actuales, en lo que incluso personas desconocidas demandan de ti, verás que tienes la oportunidad a la mano de resolver lo que antes ocurrió. Si la dedicación de Andrea fue su principal falta entonces ahora seguro la vida le exige mucha dedicación en distintos ámbitos de su vida, mucha tolerancia, incluso devoción. Si antes la rigieron los placeres o los impulsos, ahora se está viendo retada por controlarse y asimilar sus necesidades desde una perspectiva de equilibrio. Entonces, en vez de darle vueltas amigo a lo que antes ocurrió, trabaja en observar cómo la vida lo replantea ahora para ti.  Ustedes suelen pensar que los eventos se comportan fieles a la cronología, y para la vida mejor ocurre que se trata de un ritmo, más parecido al palpitar del corazón que a una línea recta donde los acontecimientos van en fila. Vivir se trata mucho de un bombeo, de subidas y bajadas, del balance entre fuerza y soltura, entre ruido y silencio, entre perdón y transformación.  Por favor acompásate, da la vuelta, deja de mirar hacia atrás estático y suplicante, más bien siente el llamado, la oportunidad de virar para aprender a reparar hoy en vez de lamentar o compensar lo que no requiere compensación”.