Creado el: 2023-06-24 03:15 pm
Inspiración“Pónganse en mi lugar por un rato, yo aquí, desde el Cielo, intentando mostrarle el camino a cada uno de ustedes, dándoles señales de a donde ir y como proceder, qué evitar y hasta cómo elegir; y mientras tanto la mayoría de ustedes en un estado de sordidez, escuchando solo cuando la vida se pone difícil, poniendo atención únicamente cuando no encuentran salida o algo los atormenta.
Pues resulta que también es posible aprender grandes lecciones estando contentos, entretenidos, hasta ocupados. No se acostumbren por favor a abrir su corazón únicamente cuando se sienten al límite, este dictado busca eso, animar el hábito de aprender constantemente, incluso aprovechar los momentos de armonía para dejar claras algunas lecciones que luego servirán de salvavidas oportuno en tiempos de dificultad.
¿Cómo hacerlo?, ¿cómo disponerse a aprender cuando están tan ocupados viviendo la vida?. La respuesta no es otra que poniendo atención. La falta de memoria sobre lo que han vivido a veces los hace descuidados, quiero que aprovechen más la disposición alegre y despierta de los buenos tiempos para ver entre líneas lo que la vida les quiere mostrar.
No me gusta que piensen que las grandes lecciones solo llegan a través de golpes, de confrontaciones o prohibiciones severas, también me gusta enseñar en medio de progresos serenos, aprovechar una disposición sincera cuando en medio de la realidad tienen intención de seguir aprendiendo. Eso es lo que quiero que sepan hacer, tenernos cerca también para aprender, como quien tiene un maestro; somos eso, maestros, nos gusta enseñar sobre el amor y los misterios de la vida, amamos encontrarlos dispuestos a superar las barreras sin necesidad de estarse golpeando con ellas.
Esto es lo que les aconsejo si se sienten distraídos o descuidados de sus progresos profundos: recuerden por favor que hasta el silencio más ajeno puede traer paz, recuerden que la sabiduría no se viste de orgullo, recuerden que hasta el más pequeño de los aprendizajes tiene el poder para transformar una realidad.
Entonces piensen con anhelo, con ambición, déjense atraer de enseñanzas permanentes, pregúntense con frecuencia qué están aprendiendo ahora, anticípense a los retos inesperados de cuenta de confiar en nuestras enseñanzas. Nada de lo que la vida les propone es fortuito, siempre hay una intención, un deseo de ayudarles. Ustedes siguen pidiendo ayuda en forma de complacencia y nosotros solo deseamos que ustedes mismos sean los artífices correctos de su bienestar.
A veces la alegría los traiciona, los engaña haciéndoles pensar que no hay en ese momento nada severo que atender, me gustaría cambiar eso, me gustaría que aprendieran a suponer que los aprendizajes solo están en su fase serena, pero que eso no los hace intocables, inaccesibles.
Si esculcan un poco, si miran pausados y prestan atención, se verán de hecho trabajando en algo trascendente en medio de su alegría. Si miran más profundo verán que el mundo a su alrededor se sigue moviendo, siguen sanando cosas, siguen abriéndose a esos sueños que aún no se hacen sólidos.
Así que los invito a decidir que también aprenden en la dicha, que si en medio del gozo o de estar enfocados en algo aparece una sugerencia incómoda no se resistan. Los veo descartando tareas solo porque están muy contentos. Alegría no tiene que significar torpeza, ni una mirada obtusa.
En medio de la euforia justamente afloran pasiones salvajes, y eso lo quiero aprovechar, deseo que tengan la oportunidad de verse complacidos y a la vez aprendiendo de esas complacencias, llevándolas al mejor lugar. Quiero decir, en cambio de vivir la alegría como un escape a la realidad aprendan a involucrarla a la dinámica de los aprendizajes, llévenla al centro de la vida, no a las orillas, háganla partícipe de abrir los ojos a lo profundo.
Créanme, no se irá la alegría por ver más allá, lo que sucederá es que se sentirán balanceados, comprendiendo en perspectiva, enriqueciendo su centro para que en los momentos de dificultad no tengan un desprecio por los aprendizajes intensos como a veces sucede.
Además, viendo más allá en medio de la alegría aprenderán lecciones que solo suceden allí, controlando los extremos, dejándose atraer por una idea de balance amplía en la que evitan muchos de los errores que suceden por tratar de complacerse sin mucho sentido. Si está claro se entiende entonces que no deseo que eviten la alegría en lo absoluto, al contrario deseo que la extiendan, y que a través de ese balance sepan que las emociones desbordadas pueden entenderse como una muestra de algo que no se acaba de entender. A veces no entienden el éxito, a veces no entienden el fracaso.
Quiero entonces verlos confiar más en las alegrías, superar la adicción a alegrías sin contenido, y más que nada comprender su talento poco explorado para recibir grandes lecciones en medio también de la fiesta de vivir”.
Olga Castaño
Comentarios (7)
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