LA LUZ QUE TE CUBRE

Creado el: 2024-09-29 09:27 am

Lecciones

"Hay una luz tratando de abrigarte. Hace tiempo esa luz trata de ponerle calor y verdad a tus días, pero tú, amigo mío, la rechazas sin saberlo. Esa luz, personal, íntima, sagrada, no está ahí para complacerte, y esa es quizá la parte más difícil de recibirla. Esa luz es entonces un reto en sí mismo.


Una luz que invita a renunciar a una conducta es una luz retadora. Ni qué decir de la luz que trata de detenerte. Pues voy a recomendarte que seas más astuto y sospeches que si una fuerza de la vida, silenciosa y precisa, trata de redirigirte o alertarte, le hagas un poco más de caso.


El ímpetu por complacerse, por estar satisfechos rápidamente, los lleva a tomar decisiones que no calculan los beneficios a largo plazo. Es así como los veo con frecuencia eligiendo el camino más corto, el plato más atractivo.


Resulta que la luz a veces ilumina rincones austeros, descuidados, o poco valorados. No viven ustedes en una sociedad que valore mucho el bienestar en la vejez, o que alabe el amor honesto y la verdad de las cosas. Más bien han recibido muchos estímulos para parecer fabulosos, exitosos y felices aunque no lo sean en verdad. Y ya sabemos todos que la felicidad es exigente en extremo, si no es real, ni dura, ni llena.


Quiero que sepan respetar su luz. A veces la luz los invita a madurar, y ustedes la detienen porque desean seguir siendo juveniles, entusiastas, no se quieren aburrir. Por supuesto están atendiendo el prejuicio de que la madurez es triste, que si la piel se arruga, la vida aburre. 


Les contaré un secreto en este dictado: la vida se compone más de experiencia que de gracia. La gracia de la diversión, del entusiasmo o la alegría, es el complemento más bien de algo sustancial que cubre los días y el fondo del corazón. La experiencia en cambio, administrada con atención y ambición de cosas plenas, consigue algo a prueba de falta de alegría: plenitud.


Es como una barriga llena de satisfacción de ustedes mismos. ¿No quieren una vejez con hambre, o sí? Hablo de que una juventud enfoca únicamente en la alegría y satisfacción inmediatas difícilmente construye una madurez rica en el gusto de ustedes mismos. 


En la medida en que una persona entiende su plenitud la sigue llenando satisfactoriamente. Sospecha, amigo, que no te da plenitud vivir un día agobiante y una noche de placer para compensar. Entre sumas y restas sales perdiendo, eso es definitivo. Al contrario, quien se anima a descubrir, a permitir que la luz le ilumine sus mejores rincones, se aventura en la búsqueda más complaciente, la de llenar espacios descuidados de armonía y placer profundo y duradero.


«¿Eso cómo se hace?», me suelen preguntar. Pues esta vez les dejaré lo que espero que sea un decálogo de satisfacción profunda. Si bien no confío mucho en las listas, tal vez la puedas leer con la astucia de no chulear, de no dar nada por sentado, de ir al placer de explorarla valiente para ver qué tan vacío se encuentra ese rincón. Y volver. Hoy céntrate en un par de elementos, luego ven por más, no todo a la vez, mejor donde la luz ponga su rayo este día.


  1. Para ir a lo profundo es mejor no tener prisa, la prisa confunde y entorpece.
  2. Evita vivir en función de hacer sentir bien a los demás. Es mejor que ellos se inspiren en ti, no que dependan.
  3. Descubre satisfacciones discretas, íntimas, que no necesiten de nadie más, de espacios o momentos. A veces un talento es el descubrimiento más revelador para alimentar la plenitud.
  4. Trabaja en equilibrio con lo que eres. No puede el trabajo ser un sacrificio, un alimento para el ego, o una mentirilla para ganar dinero. Trabaja logrando que ese espacio se parezca a tu esencia.
  5. Ten ambiciones que cubran distintos niveles de ti mismo. Si tus ambiciones materiales no están ligadas de algún modo a tu nivel trascendente entonces duda. Nota: no cuenta dar como trascender.
  6. Acaba tu día sonriendo por el pequeño paso que pudiste descubrir en medio de las actividades de rigor. Encuentra algo que aprendiste, algo que cambió, o algo que ayudó a sanar.
  7. Perdona. Al incauto, al torpe, al malintencionado. Distingue cuánto de eso es personal y cuánto en verdad es solo la historia de su propio vacío.
  8. Abraza. Para que un abrazo suceda sincero hay que tener vínculos estrechos, que superan defectos y conflictos. 
  9. Ten una caja de tesoros invisible, llena de riquezas intangibles, con un poder que no se pueda contener. El amor fraterno, tu bondad, las buenas historias, las batallas triunfales, son cosas que pueden hacer estallar esa caja imaginaria.
  10. Duda de ti siempre para aprender. No te desgastes dudando de lo que no vas a cambiar. Duda, eso sí, de lo que no está trayendo una riqueza para el cofre de los tesoros invisibles.


Invitados entonces a elegir uno de los consejos, profundizar, vivirlo. Te adelanto trabajo, no elijas el que te hace sentir glorioso de inmediato, sé astuto y elige el que la luz discreta trata de iluminar, que puede ser precisamente el que más necesita trabajo consciente 😉".


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Olga Castaño

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Comentarios (4)

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Adriana C
Me súper encanta este Dictado! Precisamente porque va al corazón, a lo esencial de lo que tanto nos han insistido: que la luz de la verdad está adentro y se siente. Nos cautivamos muy fácilmente con el exterior y la fachada de tantas recetas que nos muestran sobre la magia y lo espiritual siendo ajenas muchas veces a nuestro corazón genuino. Cómo nos miman!!!!! El decálogo es algo increíble y retador.

2024-09-29 10:10 am

Olga Castaño
Adri, le sacarás provecho decenas de veces a este dictado si lo deseas. Ve despacio eso sí, imagínate entendiendo despacio para darle tiempo al corazón de asomarse un poco más 😉

2024-10-05 06:48 am

Ayda Mary Portilla Delgado
Que lindo dictado, me trajo calorcito al corazón, que difícil me parece deshacer lo aparente que tanto me distrae y estimula, cuanto hay de bondadoso para mi misma en aprender a ir un paso más allá y abrazar lo real y duradero.

2024-10-04 09:02 am

Olga Castaño
"Me ilusiona tu ilusión, me da la esperanza de verte caminando hacia tu luz con la alegría que solo el reencuentro contigo misma ha de traer"

2024-10-05 06:46 am

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MENOS IDEAS, MÁS HUMILDAD
“Cambiemos esto de aferrarse a sus ideas como su manera inmediata de validación, de supervivencia emocional. Las ideas son salvavidas, lo sé, pero imagina que encuentras un día algo de qué aferrarte que te salva, y lo conviertes en tu mundo. Eso es como encontrar un flotador en aguas turbias, y quedarte prendido a él por tanto tiempo que lo conviertes en tu mundo. Ese mundo, claramente pequeño y limitado, no puede conducirte, solo presta el servicio de rescate, y hay que usarlo como medio, no como fin. Me explico. Has construido ideas de salvamento. Creencias que te han validado, que te han dado fortaleza. Has decidido por ejemplo en qué eres bueno, o por dónde deben ir tus esfuerzos, y te quedaste creyendo en esa respuesta puntual durante muchos años, aunque la respuesta quisiera cambiar. Es como si el flotador se pinchara, y perdiera aire de a pocos, o simplemente se fuera degradando con el ambiente, pero tú te dijeras que esa sigue siendo la salvación y que nada te va a sacar de ahí. Hace un tiempo, tal vez desde la niñez o la adolescencia, encontraste salvavidas que de manera aparentemente definitiva te sacaron de una amenaza, de una inseguridad o un peligro. Encontraste así el modo de sentirte fuerte, validado, seguro, y te apegaste a ello. Hoy, ese salvavidas ya viejo, espera ser renovado, reemplazado por otro que obedezca a las necesidades del momento, y tú, sin saberlo, sigues insuflando el viejo flotador para respirar soluciones viejas que solo traen más de algo que ya no es lo que corresponde. Las ideas a las que te aferras, amigo, desean cambiar. Eso es porque tus virtudes desean renovarse, seguir dando frutos, hasta prosperar. Tu apego a lo viejo, a ser sobre una identidad ahora obsoleta, está causando estancamiento, y fracaso. Empieza a oler mal ese empeño por ser la chica juvenil que un día se destacó por sus consejos o palabras exquisitas, o ese joven que triunfó utilizando sus primeros encantos y trata de conservarlos cuando ya lucen postizos y cansados. Debo decirte que te has perdido de cientos de salvavidas nuevos justamente debido al apego que has desarrollado a uno que otro que te trajo dicha o éxito. La dicha, el éxito, son siempre momentáneos. Por favor sé ambicioso y ve por más. Justo en este momento hay nuevos salvavidas tratando de sacarte del atasco, y por ser distintos al de tus afectos solo puedes dejarlos pasar y rechazar el avance natural de la vida. Cuando las cosas salen mal no solo hay que sospechar un cambio venidero, también hay que estar alerta y astuto para detectar los nuevos salvavidas, las maneras como la vida espera sacarte diferente del ahogo del momento. Seguir adorando el viejo flotador de la infancia es entregar tu devoción al pasado, a amenazas que ya no están ahí, o que ya superaste. El valor de tu vida, tu fortaleza o tu éxito, no se definen por las ideas que transportas. Si te estás sintiendo valioso solo por cuenta de lo que dices, de todo lo que puedes controlar, estás perdido. Más bien la autoconfianza que esperas será el resultado de la sana liberación, de saberte capaz de ser sin poner por delante un viejo recurso, una palabra, una defensa. Quien calla, incluso ante sus propios temores, está haciéndose más valiente de lo que puede apreciar. De momento pareciera indiferencia, pero acallar sus arremetidas mentales amigos, sus ideas desesperadas, es el camino para descubrir al desnudo la verdad que subyace a la realidad apremiante. Yo los invito mejor a que aprendan a callar. No importa si es un silencio parcial o momentáneo. Esa conquista, la del silencio, antecede la sabiduría inesperada. En contraste, el ruido de las ideas obsoletas o desesperadas desvía la onda de la confianza y conduce más bien al placer de los placebos, soluciones aparentes que a la larga no cambian nada profundo. Tus dones amigo están ahí, más cerca de lo que parecen. Solo que no estás despejando la niebla fétida de algunas ideas rancias, o no estás permitiendo que lo nuevo te transforme. No necesitas ser consciente o poner en palabras lo que cambia, al contrario, se trata de poder avanzar con auténtica confianza sobre la niebla más fresca y atractiva, sin explicaciones, sin frases célebres, sin pilares mentales que te hagan sentir fuerte de momento, y más bien sobre libertades que te hagan mover ligero, y austero. ¿Es difícil el silencio? Por supuesto, el silencio es el poder de los humildes”.
CÓMO POTENCIAR TU DON
“Todos ustedes, sin ninguna discriminación, poseen una conexión celestial; de hecho es algo que los compone y no depende de sus ideas si fluye o no, más bien preferimos a quienes viven en su corazón esa conexión aunque sus palabras profesen una u otra decisión. Así que potenciar tu don se refiere a potenciar esa conexión ya existente, un deseo que aparece cada cuanto para recordarte que hay algo grande que espera por ti. Entonces sin reparos o enredos comienza por seguir ese deseo, identifica lo que sientes, cómo lo sientes, dónde y cuándo lo sientes, me refiero a esa conexión que te invita a profundizar, el llamado a algo más allá de tu mirar. Para diferenciar esa llamado de las emociones o impulsos y otros sentires hay que estar atento más bien a lo que sabes que es un poco más elevado, que aparece justamente a aliviar o a orientar una situación, se parece a la voz de la sensatez, al equilibrio de las cosas. No solo se trata de pensarlo, atención que ya vas a comenzar a analizar tus sentires y lo que te estoy pidiendo es precisamente que te quedes filtrando lo que sientes sintiendo. Siente el durante y el después, es decir, cuando tienes una conexión especial o piensas algo revelador sientes en el momento algún alivio o brillantez, y después de la experiencia hay una especie de suspiro, o una sonrisa picaresca de saber que algo extraordinario acaba de suceder. No esperes desde el comienzo dejar claras esas sensaciones o que estén libres de ideas muy propias, lo primero es detectar cómo fluye tu conexión especial, luego se hace el trabajo de despejarla. Si te ayuda darle un nombre o cierta identidad adelante, eso sí, mantente abierto a que esa identidad o nombre cambie con el tiempo y con el conocimiento más profundo. Habiéndote familiarizado por unos días con tu ‘sensación especial’ vas a empezar a notar una especie de invitación particular, por ejemplo al silencio, a la alegria, al estudio, a la calma…No temas seguir esa invitación, ni mucho menos te resistas, tal vez no es lo que tenías en mente estar necesitando pero si algo caracteriza a una conexión superior es que la autoridad debe fluir hacia ti, no serás tú quien la dirija, de hacerlo estaría dejando de ser superior. También quiero que aprendas a respetarla en sus momentos y protagonismo, no vas a poder decidir siempre cuando aparezca o como, ni mucho menos pedirle que haga una u otra cosa, si en algún momento sientes que puedes dirigir lo divino estarás cayendo en una seria distorsión de lo que vives en esa relación. Tampoco trates de complacerte, y sé que esto en particular puede llegar a ser inevitable, al menos en principio, entonces edúcate para ir más allá de tus anhelos inmediatos; lo divino por definición es lo que está más arriba, tan elevado que aún no lo alcanzas, no pretendas entonces tener más claridades que la fuerza superior a la que esperas acceder. Viene así una pregunta común: ¿Cómo puedo diferenciar mis ideas o anhelos de las invitaciones divinas?. Lo primero que tengo que decirte es que tal vez no deseas con suficiente sinceridad esa claridad, sospechas que el Cielo va a decirte cosas que no quieres escuchar o a pedirte más de lo que ahora quieres ofrecer, mira en lo profundo para ver tu verdad, aquí la entendemos, créeme, sabemos cuando alguien aún no puede asimilar una invitación, hagamos juntos eso de ir al ritmo de la verdad que puedes aceptar. Luego, cuando tus anhelos están más cerca de los nuestros acá arriba para ti, la sensación vuelve a ser el punto de partida; cuando logras sentirnos, escucharnos, ver nuestras pistas, lo que sientes es especial, además de un necesario contenido de amor divino ocurre el chispazo, la revelación de una verdad interior abrumadora, reveladora, inspiradora. Si estás preparado cualquier contradicción a tus pensamientos vendrá con amabilidad y persuasión, si te resistes aprenderás a construir una relación con nosotros basada en el conflicto y la lucha de poder. No quiero sonar presumido pero ya te imaginarás quien va a perder en una batalla de ese tipo. Recapitulemos entonces, para potenciar tu don debes comenzar por familiarizarte con tu sensación especial, luego trabajarás dedicado y ambicioso en respetarla y seguirla, para así comenzar a disfrutar de los beneficios de tener a alguien lo suficientemente grande junto a ti que no se detenga con tus equivocaciones ni te asuma caso perdido. Un don utilizado con la sabiduría correcta será la solución para tus problemas más allá de lo que puedas imaginar, cuidarás de ti desde otra mirada y entenderás poco a poco que perteneces a algo que serenamente te invita a crecer sin pausa ni conflicto”.
¿SÍ TIENES QUIEN TE REGAÑE?
“Si nadie en tu vida tiene la voz para regañarte entonces estás pobre. Quiero que tengas a alguien a quien miras con autoridad y le permites reclamar por tus errores. Ya sé que eres adulto y sabes cuando te equivocas, pero no esperes poder ver tu mundo por completo siempre solo. Las miradas externas, cuando son sabias y albergan afecto, son la luz que te libra de la oscuridad que no sabes que posees. A propósito tengo algunas amigas que no logran ver en que están fallando, son mujeres autónomas que prefieren vivir la vida bajo su propio criterio y consideran que ese es un acierto en sus vidas. Hoy les digo a ellas que replanteen por favor ese principio y se dejen envolver por la manta de quien mayor o más sabio en algún sentido las puede detener y ayudarles a mirar un poco más allá. Esa persona que te regaña no será siempre la misma, de hecho lo normal es que cambie, o que teniendo a alguien especial le des ese permiso a un consejo inesperado sin fijarte tanto de quien proviene. La mirada que acepta un regaño es una mirada abierta y optimista, admiro a la gente que puede ver más allá incluso cuando se está sintiendo mal por sus fallas. Si aún no logras semejante poder practica, aguanta el temblor de la incomodidad y somete tus ojos a la luz para que más allá de la culpa o la vergüenza veas la oportunidad presente en tu error o en tu dificultad. Tener quien te regañe aporta también una figura de autoridad, y que bien te viene respetar a alguien que siendo semejante puedes ver superior al menos en algún sentido. Es difícil que crezcas si no entiendes que hay gente más adelante que tú en algunos elementos vitales. En cambio es fácil avanzar cuando sabes que caminas en medio de muchos caminantes y que cada quien disfruta de riquezas que a veces corresponde compartir. La figura del regañador es más bien la figura del consejero, del mentor. Puede que hoy no esté tan de moda pedir un consejo, o que cueste mucho acudir a un experto, pero ocurre que puedes tener a la mano, en tu lista de contactos, gente que con una llamada y un cafecito ofrecerá ese concepto que tú mismo sabrás cómo convertir en un regalo. Vuelvan a acostumbrarse a los diálogos, a las conversaciones sobre lo personal, no como se hace con frecuencia, para pavonear frases célebres, sino más bien para ser honestos, y para sorprenderse de lo revelador que puede ser abrirse a otra persona. Por supuesto que hablo de conversaciones que rompan modelos, no esas con los de siempre en el lenguaje de siempre. Ahora, ser quien regaña es una tarea tan delicada que mejor debe ocurrir espontáneamente. Si ya te sientes quien siempre regaña algo raro está ocurriendo. Mejor deja que dar consejos y recibirlos sea una experiencia nacida del evento milagroso de una conversación tejida con cuidado y naturalidad. Evita regañar a quien no está buscando cambiar, te sentirás invadiendo un campo minado. Claro que hablamos aquí de regaño como esa apreciación bien intencionada en la que alguien tiene la facultad de mostrarte, sin cantaleta o sermones, algo en lo que hace falta cierto redireccionamiento.  De hecho los mejores regaños (quise llamarlos así por su connotación de incómodos) ocurren sin palabras directas, en medio de una apreciación que se va directo al pecho en torno de algo en lo que seguramente te sientes atascado. Así amigo que disfruta los regaños, vuelve a la autoridad, respétala, y ten mucho cuidado cuando te corresponda serlo. Estamos hablando de esa bella facultad humana de enseñarse los unos a los otros el arte de vivir. Se ha perdido la costumbre y me gustaría verlos tener más charlas espontáneas en las que descubren algo liberador para ustedes mismos o para los demás”. 
NO TE CREAS LA MÁS ESPIRITUAL, POR FAVOR
"Llegó la moda de ser espiritual, y ahora hay más maestros que aprendices. ¡Ja! Como si la esencia misma de la espiritualidad no fuera el aprendizaje.  Quiero que hablemos de esto porque se están preocupando más por parecer que por ser de verdad. No es más. No es que esté mal buscar rituales, hábitos, prácticas, o acercarse al conocimiento espiritual. Todo lo que me gustaría que corrigieran es el hecho de convencerse de que son seres de luz, como dicen ustedes, sin siquiera ocuparse de atender en serio el verdadero llamado de la luz.Trato de mil maneras de mostrarle a cada persona su llamado. Lo hago, la vida lo hace, en especial a través de lo cotidiano, de sus experiencias o dificultades. Y los oídos sordos abundan. Ustedes diseñan el llamado, lo prefieren explícito, hasta lo escogen.Tengo una amiga cuyo llamado es a conectarse en verdad y profundamente con su esencia. Ella da vueltas, tantas que puede decir que lo ha probado todo. Y entonces se define como alguien muy espiritual.La verdad es que no te hace ser espiritual una práctica en sí misma. Mi amigo religioso lleva años diciéndose entregado a lo más elevado, y sigue dando vueltas en el mismo defecto de cuando era adolescente. ¿Qué sentido tiene una devoción que no te transforma?, ¿no será que la estás usando como pretexto, cuando en definitiva no esperas cambiar?Volvamos al llamado, no te creas tan espiritual por favor, sé tú mismo, tanto como puedas, admitiendo tus errores, fracasos, insatisfacciones, y hasta las tareas desagradables que la vida te propone, así es como se es de verdad una persona espiritual. La autenticidad está poco valorada. Es fácil encontrarlos repitiendo palabras o frases de alguien que los inspira, y eso, lejos de estar mal, es un puente. Por favor no te detengas en el puente. Ve a buscar tu camino propio, síguelo buscando, apóyate en las tendencias si eso te conecta, pero deja por favor que el llamado sea algo tan íntimo, tan tuyo, que pueda ser real.Hablar de espiritualidad, enseñar o replicar algo sobre espiritualidad, no transforma tu espíritu en sí mismo. No te equivoques pensando que esas palabras de las mañanas harán el milagro de una transformación en la que no estás trabajando seriamente. Si no te dejas poner condiciones de la vida, estás lejos de ser espiritual en verdad.La verdadera magia ocurre cuando tomas esos conceptos inspiradores y algo de ti se mueve dentro. Paso seguido, la magia continúa si tú sigues el movimiento interno, y no reversas a quedarte en el sentimiento o en la idea inspiradora. Marina leyó en redes una frase que la conmovió . El texto decía: «pocas cosas en la vida valen la pena tanto como para quedarse atrapado en el dolor, todo es pasajero, vive el momento, y progresa» En su momento ella lloraba una decepción, estaba bastante afectada por las actitudes de su familia. Usó el texto para decirse que todo es pasajero, y decidió quitarle importancia a lo sucedido porque quería creer que pronto todo volvería a ser como antes.Definamos por favor tu verdadera espiritualidad en torno de los movimientos internos que puedes tolerar, no de las ideas que puedes repetir.Le pedí a Marina que tratara de asimilar la verdad sobre su familia por medio de los eventos recientes, y ella, como lo ha hecho antes, cae en la negación o en el autoengaño, lo hace para evitar el dolor o la decepción, para seguir adelante y decirse que todo va a estar bien.Aparentemente no tiene nada de malo seguir adelante como si nada, pero si nada cambió, ¿para qué la experiencia?Desperdicias las experiencias si no tomas de ellas el sustrato, la enseñanza, la transformación que espera suscitar.Tener una familia que decepciona o daña no es una tarea fácil de enfrentar. Pero quien la enfrenta la supera, quien no la enfrenta solo la lamenta en el silencio de la trastienda de sus verdaderas.Vamos amigos a entender que la verdadera espiritualidad consiste en aprendizajes profundos, no superficiales. Entendamos también que hay tanto por aprender que la vida se ha especializado en ser singular para cada uno. Esa frase, y todos los aforismos que puedas encontrar, deben funcionar solamente porque te conducen a una verdad propia. Si lo que haces es repetírtelos para sentirte mejor, sin que algo se mueva dentro de ti, estás maquillando una verdad, y de paso haciéndote creer que la superas.Luego vienen dolores más profundos, confusiones, malos entendidos, y lo que más me duele, rencores hacia la vida. La verdadera espiritualidad te abre, la falsa espiritualidad te cierra.Tengo otra amiga que ahora anda en la onda de lo espiritual. Compró algunos libros, tomó buenos cursos, cambió su estilo de vestir y de hablar, y ha comenzado a enseñar a la gente como superar algunas ataduras emocionales. Ella se siente feliz, descubriendo una vida maravillosa, y viviendo el milagro de las verdades reveladas.Fue algo que soñó por años, que buscó, que anheló. Ahora que lo tiene ella siente que su sueño se ha cumplido. Yo estaba feliz porque se acercara a sanar, pero a sanar para ella. Y resulta que se embelesó de tal manera con el conocimiento que se entretuvo enseñando, y dejó de aprender.No voy a decir que enseña mentiras, pero, ¿qué puede enseñar alguien que no ha vivido su aprendizaje?, básicamente teorías. Luego, si ella de verdad quiere sanar en su interior, tendrá que encontrarse con esas teorías fuera del lugar mental que ha construido, en su propia realidad, y saber que se ha perdido del verdadero aprendizaje encriptado, sin lenguaje y sin repetición, el aprendizaje de la transformación profunda. Claro que ese es un camino, muchos de ustedes lo han recorrido. Primero van a las teorías. Pueden repetir cosas por un tiempo que los sorprenden y los inspiran, y después de un tiempo de repente algunas de esas ideas cobran sentido personal, y ¡tarán! La magia explota.En consecuencia viene el silencio. El silencio sagrado. Cuando las teorías cobran sentido, la atención de la mente no se queda en repetir mensajes inspiradores, sino en seguir la verdad profunda. Casi como canino olfateando el alimento, el espíritu es capaz de percibir el aprendizaje revelador, y no necesita detenerse para explicarlo o enseñarlo a alguien, no al menos hasta concretarlo, asimilarlo, apropiarlo.¿Quieres ser espiritual? ¿Sientes el llamado? ¿Te gusta esta onda? Pues bien, bienvenido al mundo de las correcciones profundas, los cambios, las aventuras complejas. No tanto al mundo de las repeticiones, sino mejor al de las apropiaciones. No tanto al mundo de mostrar, mejor al mundo de ser. Me refiero a que si escuchas algo atractivo, lo apropies, lo adaptes a tu aprendizaje, y también lo sueltes pronto para que el aprendizaje siga avanzado.No seas monotemático con tus hallazgos, no te quedes en un mismo hallazgo por años, remoldea el lenguaje una y otra vez, y ojalá muchas veces, y hasta evítalo. Quien sabe callar sus aprendizajes profundos ha alcanzado la claridad de que no se trata de conceptos, sino de movimientos profundos, y mejor los respira, los disfruta, los inspira. Deja por favor de creer en milagros express, en técnicas universales, en llamados a dejar que todo lo hagamos aquí en el cielo. Acepta por favor que ser espiritual es una lucha para vencerse a sí mismo en los arraigos más profundos y verás así a la verdadera espiritualidad en acción".
LOS ERRORES DEL PASADO
“Los veo enredados resolviendo en sus ideas los eventos que ya deberían quedar atrás. La vida amigos encuentra maneras de poner en el presente lo que hay que resolver, esta es una invitación entonces a refrescar la mirada, a superar en el ahora y con nuevas capacidades eso que alguna vez no salió bien. Mi amiga Andrea sigue atada a errores de su juventud, y aunque trata de seguir adelante no sabe cuanto está obedeciendo a las culpas y las consecuencias de lo que una vez ella protagonizó. Este dictado no es para absolverlos, o para darles la sensación de que no hay nada por hacer, al contrario lo que espero es que puedan verse sanando sus propios errores a través de nuevas actuaciones, de un despliegue de ustedes mismos renovado donde resuene el poder que alguna vez faltó para hacerlo mejor. Sé que volver al pasado es apasionante, más que nada para la comprensión. La comprensión produce perdón y perdonar es un comienzo fundamental. Ahora, me parece que quedan con ganas de poder hacer algo, de reparar, de transformar una realidad. A eso me refiero cuando les digo que la vida encuentra maneras de traer al ahora la oportunidad de transformar eso que quedó dañado; es que los errores tienen una función formativa, cambian a las personas, o al menos les dan una oportunidad concreta de cambiar. Si sigues mirando entonces tus errores del pasado sin haber hecho algunos cambios tal vez eso explique la incomodidad que aún persiste sobre lo ocurrido. Podrás notar en cambio que algunos hechos contundentes, dolorosos o vergonzosos, han sido superados gracias precisamente a algún tipo de reparación de tu parte. Aclaremos, no se va a presentar una opción calcada, es decir no te verás en la misma situación otra vez, pero sí vas a verte teniendo que usar ese poder que no tuviste en el pasado. Es ahí cuando decides abrir el corazón y enfocarte en cambiar antes que nada, el perdón y la paz vendrán detrás como premios a un cambio verdadero. Es lo que ahora trato de hacer con Andrea, que ella entienda que en el ahora reparará esos eventos de su juventud. La veo compensando a su familia, incluso dándoles lo que no están necesitando, los mira a través del velo oscuro de la responsabilidad no asumida y entonces llora en sus adentros los hechos pasados de los que no se puede desprender. El tiempo ha hecho lo suyo, la familia al contrario ha superado mucho de lo que fue tormentoso, y tienen una nueva idea de Laura a pesar de que ella se sigue viendo como la jovencita que se equivocó. Esa mirada le impide ver lo que de verdad necesitan de ella, y la encuentran tan desesperada por complacer que hasta se aprovechan sin querer de sus inocentes intenciones.  ¿Como sabrá Andrea lo que de verdad necesitan de ella?. Para comenzar cada uno está necesitando algo distinto. Su presencia, su atención, su respeto, su autoridad; ya ella sabrá sentirlo, porque sé que cada uno se lo muestra con sus ojos, con sus dificultades, con su apetito de recibirla. Al contrario esos espacios de sus vidas donde no la reciben, donde no resuenan con ella, están saciados y espero que Andrea pueda respetarlos. Insisto, la tarea es esforzarse por ver con claridad el ahora, no esforzarse por corregir el pasado, y así mejor corregir lo que quede por corregir. Si miras claramente en los eventos actuales, en lo que incluso personas desconocidas demandan de ti, verás que tienes la oportunidad a la mano de resolver lo que antes ocurrió. Si la dedicación de Andrea fue su principal falta entonces ahora seguro la vida le exige mucha dedicación en distintos ámbitos de su vida, mucha tolerancia, incluso devoción. Si antes la rigieron los placeres o los impulsos, ahora se está viendo retada por controlarse y asimilar sus necesidades desde una perspectiva de equilibrio. Entonces, en vez de darle vueltas amigo a lo que antes ocurrió, trabaja en observar cómo la vida lo replantea ahora para ti.  Ustedes suelen pensar que los eventos se comportan fieles a la cronología, y para la vida mejor ocurre que se trata de un ritmo, más parecido al palpitar del corazón que a una línea recta donde los acontecimientos van en fila. Vivir se trata mucho de un bombeo, de subidas y bajadas, del balance entre fuerza y soltura, entre ruido y silencio, entre perdón y transformación.  Por favor acompásate, da la vuelta, deja de mirar hacia atrás estático y suplicante, más bien siente el llamado, la oportunidad de virar para aprender a reparar hoy en vez de lamentar o compensar lo que no requiere compensación”.