Creado el: 2022-07-31 09:40 am
Lecciones“No estás aquí para vivir de ideas, mucho menos para ser devoto de algunas que definitivamente te están haciendo daño. Hablemos hoy de la necesaria higiene mental que debes convertir en costumbre.
Recibes ideas en todo momento, en la televisión, las redes sociales y en el trabajo; en tus lecturas o búsquedas, de tus amigos y familia. Lo que otros aprueban o elogian es información, las luchas ajenas y los malestares son también información que tal vez no sabes muy bien cómo estás asimilando.
Piensa, toda esa información puede llegar a ser aprendizaje que no estás filtrando, aceptas elementos que solo están causando ruido o contradicción, y peor, una parte de esa información comienza a ceñir tu comportamiento, tus ideas de ti mismo, tu libertad.
Prefiero que desconfíes, que sepas usar siempre cierto discernimiento, uno que sin ser infalible te va a ayudar a estar atento, a definir algunos criterios de lo que en verdad te hace bien y sí debes obtener por medio de esa información que no cesará. Es increíble el poder que tiene, sin importar la edad, lo que la madre o el padre de alguien consigue cuando opina. Ustedes, hijos de alguien, son susceptibles en mayor o menor medida a lo que esa persona tan importante opina, juzga o critica.
Ahora, si miramos más allá, no es información solamente la verbal o la visual, la que está en pantallas o la que es explícita. Hay un susurro residente en la actitud, cargado de información, al que puedes estar más atento de lo que piensas. Los padres son un gran ejemplo, ese pequeño pero intenso dolor en el corazón cuando ellos desaprueban algo sin decir una palabra. Pero hay más, sucede parecido con la aprobación social o la admiración, necesariamente responderás a ello, es bueno que fortalezcas tu capacidad de ser consciente de si esa aprobación que copias es justamente la que estás deseando conquistar.
Entonces información, a la hora de causar efectos en ti, es una amplia variedad de estímulos que te mueven. Habrás notado que conoces a alguien y rápidamente empiezas a utilizar algunas palabras de su léxico, o que la gente o la información que te identifica comienza a contarte tu verdad. Estás frente a esa necesidad tan humana de sentirse replicados, cuidado entonces con que esa réplica no sea suplantación o engaño.
No digo que el mundo trata de engañarte, es más, en el mundo también están las respuestas a tus necesidades más profundas. Esto se trata de qué haces con toda esa información creciente, cómo la filtras, cuánto evitas el exceso. Sin desprecios o posturas radicales por favor, pues estarías yendo a otra orilla de la fascinación por la información que es la de aferrarse a una idea radical. Mejor se trata de alcanzar cierto balance que se compone más bien de una sana indiferencia ante las cosas que seguramente seguirán ahí pero que entiendes que no te deben movilizar.
Hay que prestar atención a lo que recibes amigo, no necesitas rechazar o pelear con quien te ofrece información que no es para ti, basta con que estés tan claro de tus búsquedas que las ajenas no te movilicen, que puedas incluso discernir su momento del tuyo y aprender a conciliar cuando haga falta. Están en un mundo donde las ideas se convierten en guerras y agravios severos, no caigas en ese juego aunque parezca a pequeña escala.
Quisiera verlos encontrar sus verdades en la fluidez de vivirlas, de probar con sentido común eso que les causa curiosidad o atracción. Ser conscientes de recibir puede ser un buen comienzo, la manera como alguien conocido vive su divorcio no tiene que ser un referente necesario para el tuyo si lo vivieras. Puedes ir más allá de la comparación inmediata y mejor entender que cuando tengas que enfrentar algo tus propios recursos habrán de brotar para guiarte y ser mucho más tú.
A eso se refiere esta invitación, a que filtrar la información que recibes sea un recurso para ser mucho más tú. Me refiero a un algo de ti siempre capaz de progresar, un potencial por descubrir; no eres una persona que un día quedó terminada, sigues aprendiendo, progresando, aferrarse a ideas lamentablemente es una manera eficiente de quedarse anclado en vez de seguir progresando.
¿Quieres establecer tu propia higiene mental?, comienza por observar, observa siempre lo que ocurre en ti cuando miras las pantallas, cuando escuchas a mamá o a tus ídolos. Puede sorprenderte encontrando ídolos en amigos o vecinos, en famosos o gente que te molesta.
Tejes historias constantemente sobre la información que recibes, escucha tus historias con atención, esas opiniones espontáneas frente a esta u otra persona, ese es un buen lugar para identificar la información que estás recibiendo y cuestionarla. Sin juicios pregúntate si esa idea en particular viene a transformar algo que te corresponde.
Las causas generales están bien, son necesarias, pero rara vez van a alentar tus progresos personales si no se rodean de elementos íntimos que las fecunden. La próxima vez que quieras adherirte a una causa presta mucha atención a qué tanto de tu intimidad está movilizando, y alíate críticamente a esa movilización para evitar ser presa de un movimiento general que seguramente llegará a ser distinto al tuyo en algún momento del proceso.
Discernimiento, esa es la invitación”.
Olga Castaño
Comentarios (9)
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