EN PAZ CON LA MUERTE

Creado el: 2020-10-17 07:54 am

Inspiración

Sentada frente a la ventana mientras llueve me pregunto por qué se asocia a la lluvia con la tristeza cuando ella es justamente la vida cayendo a gotitas. Es lo mismo que sucede con la muerte, entendemos solo el momento previo a partir y por mucho consideramos que es necesariamente tragedia o dolor. Así como gracias a la lluvia prospera la vida es gracias al final de esta existencia que todo vuelve a comenzar.

 

Cuando nos vamos nuestra esencia prevalece, los recuerdos se van y la existencia se renueva, sin embargo hay pendientes que no dejamos aquí. No se quedan en la tierra los deberes con uno mismo, esos defectos que evitamos superar o los fallos que conscientes dejamos de atender; sin rencores ni cuentas de cobro aquello importante que no hicimos aquí habremos de retomarlo en el más allá.

 

Si tu llamado incesante es a liberarte cuenta con que ese llamado no se detendrá después de partir, si en cambio sientes que la vida reclama más de tu responsabilidad allá te verás enfrentándola sobre ti mismo y tus asuntos. El llamado a la humildad es uno bastante común, así como la necesidad de superar la negligencia, la indiferencia o el desprecio; algunos llamados son sencillos como la aceptación y otros más complejos como la comprensión.

 

Tras la muerte también continúa la virtud, esos aprendizajes verdaderos que se graban en el alma y despejan el camino por venir. La memoria deja de funcionar incluso frente al dolor o la tragedia, pues sin importar cómo pereces la muerte misma es un regalo de amor del Cielo en los corazones reconciliados y el comienzo de una nueva realidad que aceleradamente sana dolores y pendientes.

 

Mueres como vives, si vives para el miedo y la confusión es posible que tu partida se parezca a ello, si sabes confiar y apreciar la belleza de lo simple entonces gozarás al descubrir tu nuevo comienzo. No eres solamente ese cuerpo que tienes ahora, ni tus memorias o temores, eres mucho más que actitudes y talentos, que logros o carencias. Al final tú mismo sabrás lo que valió y con ese tesoro arrancarás allá a caminar rumbo al cometido inefable del encuentro con esa parte de uno mismo más pura y elevada.

 

No esperes comprender la muerte, no sabes cómo llegaste igual que no sabes como partirás, mejor párate en la confianza de que siempre se camina en busca del progreso y si has sabido aprender todo lo que vendrá estará iluminado por la luz que has cultivado.

 

Para terminar, sin importar cuanto haces por los otros siempre entra en la ecuación, pues aquello que has hecho por ti cuenta más y primero a la hora de juntar las semillas con las que harás florecer tu siguiente andar. Eso sí, asegúrate de saberte valorar porque esa es allá la carta de presentación.

 

Entonces sigamos aprendiendo juntos para el alma, lo que sucede viviendo y atendiendo el llamado a la virtud. Hay mucho que aprender sobre la muerte porque hay tanto más que aprender sobre la vida y la mejor preparación para el futuro es trabajar en el ahora, en el tuyo particular según tus necesidades y conflictos.

 

Estar en paz con la muerte comienza estando en paz con la propia vida, repara lo que está quebrado, aprende sobre el siguiente paso y avanza, esa es la mejor preparación.

 

 

 

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Olga Castaño

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Comentarios (3)

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Consuelo
Maravillosa enseñanza. Para reflexionarla e ir forjando el siguiente paso cuando se nos termine el tiempo acá. gracias gracias gracias por ayudarnos con sus enseñanzas.

2021-09-11 05:10 pm

Erika Valencia
Al pensar en la muerte no siento miedo. De hecho me he cuestionado muchas veces si es correcto sentirlo así... Conoces las grandes pérdidas que tuve en menos de un año, cada una tan diferente a la otra. Sin embargo tienen en común el gran amor que les he tenido; eso no cambiará ni con su partida, porque, como bien dices: "nuestra esencia prevalece, los recuerdos se van y la existencia se renueva".

2021-09-29 09:55 pm

Olga Castaño
El miedo a la muerte está ahí para proteger la vida, ahora, una vida bien vivida trasciende ese temor. El dolor por la partida de sus seres queridos no debe hacerles sostener su vida, ellos ya no están aquí.

2021-09-30 06:59 am

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“Aquí en el Cielo buscamos estar cada vez más cerca de ustedes, por eso espero atraerlos a esta intención de encontrar las maneras de acercarnos, en lo preferible las propias maneras, ya que cada uno hará su conexión desde la riqueza de su corazón. Ha pasado mucho tiempo desde que los hombres son conscientes de su propia voluntad, pero poco han aprovechado esa consciencia en lo que a nosotros se refiere. Con nosotros me refiero a la naturaleza también divina de la vida, al misterio, a la sabiduría sin fin, a todo lo que un hombre puede obtener cuando se conecta con esa parte más elevada que es su espíritu. Para aceptar mejor esa pertenencia a lo divino, ese vínculo inescrutable, cada persona ha de saber, con los ojos cerrados más fácil que con ellos abiertos, que ya tiene algo muy dentro vinculado con la esencia de la vida, con la magia y el encanto de un misterio sin igual. Ahora, ¿qué tal si esa algo misterioso que los une tan estrechamente a la vida es precisamente el misterio de la vida ya vivo en ustedes en forma de espíritu?. Hablamos entonces del espíritu de la vida, es decir no de algo netamente individual, hablamos de la vida dentro de ti y como tú, un ser con voluntad, la facilitas o la detienes. Facilitar la vida consiste en fluir con ella en su dinámica siempre cambiante, detenerla ocurre cuando pretendes guiar a la vida en vez de permitirle a ella, vieja sabia, mostrarte el camino del progreso. Así, la voluntad funciona como un facilitador o un freno a la vida, cada día tomas elecciones en las que propicias o retienes el progreso de la vida en todos sus matices, lo que pasa es que no siempre te das cuenta. Por eso es que conectarse con tu espíritu es una disposición de la voluntad a algo que ya existe, algo así como animarse a percibir el movimiento de la tierra por pequeño que seas ante ella. Tu espíritu es la hoja en progreso de un gran árbol, aceptarlo vivo es sintonizarse con sus ciclos y avanzar integrado a las fuerzas naturales de la vida. Una sintonía así causa sensaciones hermosas, además de aciertos inesperados derivados de sentir cierta guía, en especial a abandonar la resistencia al cambio, al reto. Mejor dicho, estar sintonizado con el espíritu es recibir ayuda para crear sobre lo que la vida quiere proponer; cientos de veces va a proponer tu propia transformación, otras tantas hará que renuncies a limitaciones aprendidas, pero unas pocas también va a ocurrir que el espíritu te regale la fuerza, las ideas, los recursos excepcionales para generar cambios a profundidad que llevarán al espíritu a un nuevo nivel. ¿Cómo se siente un espíritu que gobierna la vida? Básicamente como una existencia sin grandes conflictos, en armonía con la transformación natural que implica existir. Dejando de lado los anhelos más caprichosos, ser guiado por el espíritu es la manera directa como una vida se enaltece para ser llevada a su mejor expresión. Tu mejor expresión eres tú desbloqueado, abierto, creciente, cambiante, sobre todo siempre listo para dar grandes pasos prescindiendo de la innecesaria comodidad de tus pensamientos, ¿cómo resuena esa invitación?”. 
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Los espacios que componen nuestra vida cotidiana constituyen el entorno inmediato, el que se establece en la memoria y al que en parte nos debemos. La casa y el sitio de trabajo son los lugares donde pasamos la mayor parte de la vida, basta mencionar la cama, el pedacito de mundo donde pasamos alrededor de un tercio de nuestras vidas. Hay espacios que sanan, ¿cierto?, pues que el tuyo sea uno; conságralo, dale y quítale lo que corresponda para convertirlo en tu santuario. Si además deseas que tu lugar sea uno que invite a los seres del Cielo entonces permite que ellos te ayuden a construirlo. ¿Cómo lo harán?, mostrándole a tu intuición lo que tus espacios necesitan.  Manos a la obra Así que comienza por afinar la intuición a la hora de elegir los objetos que componen tus espacios, además de tomar en cuenta que te gusten detente a sentir aquello en lo que el ambiente te puede ayudar. 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Claro que mereces lo mejor solo que lo mejor para ti no se mide solo en precio, hay texturas, colores, significados que motivan aunque no sepas de su precio; mejor imagínate espacios llenos de magia que puedes renovar fácilmente ya que no te debes a una inversión.  A veces menos es más. Si aunque te sientes dispuesto no te sintonizas en este momento con objetos o remodelaciones bastará con que mantengas limpio tu espacio de cosas que no usas o de rincones oscuros, hay tiempos en los que no estamos precisamente cambiando, caso en el cual el descanso corresponde a una prioridad.   Objetos claves: la cama, el comedor, el mesón de la cocina. Hablamos de cama más allá del mueble, incluso un colchón en el suelo llega a ser suficiente, mantenlo eso sí agradable en texturas y colores para el descanso, tiéndelo siempre y respétalo como pequeño altar de tu reposo. Justo durante el descanso es cuando los seres del Cielo nos observan y dejan sus mejores pequeños regalos en nuestra mente para que después venga ‘la sospecha’, el chispazo, la intuición. El comedor, el sitio donde tomas los alimentos, es el lugar donde recibes, incluso si no tienes una mesa dale ritualito a la barra o al rincón donde sueles comer, celebra el alimento y de ser posible acompáñalo de una vista agradable, mejor sin el noticiero. Sírvete con la pulcritud y el esmero que añoras, tal como quisieras que otros lo hicieran por ti; para recibir hay que saberse dar. Si el mesón de la cocina es un tablero para crear permítete cada vez más un lienzo en blanco, un espacio de renovación en el que preparas a consciencia, sin rutinas ni tradiciones muertas, verás que un mesón agradable llega a ser algo así como el laboratorio de magia en el que surgen fórmulas personales para la salud y el bienestar. Conozco muchas historias de personas paradas frente a su cocina que captan por primera vez una señal divina, “si te cuidas te cuido”.  Ahora sabes a que se refiere personalizar los espacios, hay un arte de conexión con uno mismo cuando se involcra la consciencia en la estética de los espacios, eso sí una viva que puede estar cambiando y ajustándose no solo a los sueños sino al momento, según la realidad y los recursos, según también los propósitos a los que la vida te invita; no olvides que mereces un lugar de ensueño en el sentido del calor, la comodidad y el bienestar que te puedan proveer.  
DÉJATE CULTIVAR
“Ocurre que cambias la vida y sientes que aún falta más, eso es porque siempre la vida va a cambiar, siempre hay que avanzar, crecer. Pero por favor, que eso no sea en nada una mala noticia, al contrario que signifique que ganarás más, que sentirás nuevas y mejores emociones, que avanzarás hacia mejores versiones de ti.Si ahora te sientes cansado seguramente dirás que eso no es lo que quieres, pero lo quieres, crecer es justamente la solución a esa fatiga o a esa decepción. Siempre hay más, hay que empezar a asumir esa verdad. Incluso eso que ahora es muy bueno seguirá cambiando para ser aún mejor. Ahora, avanzar en la vida no tiene que significar siempre un esfuerzo, más bien la tarea es que tengas que ser feliz de saber que solo lo facilitas, lo permites. Al contrario la resistencia al cambio, la terquedad sobre lo que algún día decidiste que debería ser, es lo que frena el cambio natural. Es lo que pasa con la tierra, ya sabes que se mueve, te lo enseñaron en la escuela. Aún así te sientes aferrado terreno que habitas y sientes que es tierra firme, que no va a ningún lado. Bueno, así mismo se aprende a dejarse mover, casi sin darse cuenta, viendo al sol pasar y a la luna coquetear, sabes que la vida depende de ese movimiento, así que no insistas más por favor en que todo se quede tal y como está.Vivir se parece más a bailar que a caminar, cuando bailas das pasos atrás y eso le confiere gracia al movimiento, también giras o te agachas. Por qué no vivir así, sabiendo que a veces hay que agacharse y otras saltar.Da miedo, lo sé, confiar y dejarse llevar es algo que no sucede cómodamente cuando te has educado para tener la razón y aferrarte a las certezas. Si más bien aprendes ahora, por tu voluntad y con amor, a dejarte atraer por esa aceptación contenida en la humildad, la vida puede comenzar a hacerse mucho más sencilla, más liviana, más positiva, y al final más próspera, te lo aseguro.Prosperar consiste mucho en dejarse llevar al fruto que sí te corresponde. Claro que hay que estudiar y arriesgarse, es parte de bailar, pero quiero que sepas también sentir donde está tu camino para florecer y así poder obtener tus propios frutos. Sentir ese camino es a veces un anhelo tan desesperado que te apresuras a una respuesta simple. Para mostrarte cómo funciona esa respuesta quiero contarte el caso de Ángela, trabajadora incansable, le da todo a su negocio y se entrega sin límites. Llevo ya varios años diciéndole a Ángela que establezca ciertos horarios y ciertos espacios, que diferencie el trabajo de sus otras áreas de la vida. Ella prefiere seguir pensando con miedo, le gusta creer que el miedo la protege, se apega a sentir que tiene todo bajo control por si las cosas salen mal. No logra darse cuenta mi amiga que ya están saliendo mal por su resistencia, se está fatigando en exceso, está perdiendo su salud innecesariamente y el amor por su oficio va en decadencia. Prosperar amigo tiene que ver con que floreces en distintos ámbitos de ti mientras tu productividad crece, es decir, si tienes un negocio o un empleo debes poderte ver crecer en salud, en hábitos positivos, en habilidades y conocimiento productivo, en general en bienestar. Si en cambio salir adelante con un proyecto para prosperar te apaga o te enferma hay algo que deberías sospechar, no todas tus partes están de acuerdo, no todo tú estás ganando. Les hablo de esto porque quiero verlos prosperar, pero no a la fuerza por favor, no a todo costo. Esforzarse no significa trabajar muchas horas o sin límites, el verdadero esfuerzo a la hora de prosperar en todos tus aspectos es la sensatez, el equilibrio que no siempre comienza por lo que deseas. La sensatez es una especie de brújula especializada en encontrar el norte donde todo parece turbulento. Puede servirte para saber cuándo parar, no solo se para cuando estás cansado, a veces un alto es el que muestra el paso a seguir; puede servirte también para tomar la iniciativa cuando sientes que todo está muy bien, es decir para aprovechar oportunidades que no estabas viendo. La sensatez además es una gran aliada del Cielo a la hora de dejar algo, tal vez el paso más difícil para quien busca prosperar; por medio de la sensatez te verás dejando en paz y con naturalidad, si no le haces caso te verás luchando con una realidad que poco a poco necesitará mostrarse con dureza.Alíate entonces a la sensatez, utilízala como brújula de prosperidad, siempre te mostrará lo correcto, no precisamente lo que deseas o lo que parece evidente. Tendrás así una garantía de grandeza, de éxito, nosotros estamos ahí siempre tratando de mostrarles el camino, pero escuchar en medio de tanta resonancia de ideas es difícil. Si en cambio te vas acostumbrando a sentir con sensatez estarás cultivando el hábito de dejarte guiar. Sé que has visto a quienes se dejan guiar, y anhelas ese beneficio. Pues aquí te espero, ¿dónde comenzar?, escuchando a la sensatez”.
ALCANZA TU TOCADO
"Llevas un tocado, o tal vez lo quieras llevar. Es que justo arriba de tu cabeza puede representarse nuestra ubicación. Lo divino amigos, lo etéreo y elevado, puede vivir allí. No solo allí eso sí, podemos estar en cualquier parte de tu cuerpo o de tu espacio, pero allí está bien ser representados porque es bastante bueno que entiendas algo arriba de ti.Muchos ya lo dicen de distintas maneras, hablan de ese punto de energía o de conexión, y quiero que hablemos de él porque te puede ayudar mucho a llevarnos más vivos junto a ti. Me gusta mucho más esa idea que la de vernos como humanoides alados y ponernos a la misma altura y con la misma forma.  Me gusta más que entiendas que estamos por encima, con la habilidad expedita de movernos y tocar los puntos bajos necesarios, que nos posamos en tu corazón cientos de veces y que también podemos habitar tu cerebro.En el orden de la vida, puedes incluso imaginar esas redes eléctricas invisibles que desplazan un tren a toda velocidad o que hacen flotar cosas. Nosotros habitamos fácilmente ese espacio entre tú y el resto del universo infinito. Somos, en un sentido extremadamente literal, tu conexión con lo más profundo y grande que el universo tiene para ti.Así que me gustaría que te hicieras consciente de ello, de ese espacio, de esa zona eleva, del cosquilleo que a veces puedes sentir, de ese aire, de ese espacio sagrado.Así que, si lo más elevado está justo arriba de ti, entonces un tocado es una ofrenda, o una representación que haces de tu encanto para compartirlo conmigo. Y me agrada, qué puedo decir, disfruto que lleves en tu cabeza dicha y amorío por lo celestial.Es que la parte alta de la cabeza es un punto de mucha sensibilidad, una poco comparable con la que ya conoces. Ese punto presenta un sensibilidad única frente al error, al llamado, al coqueteo divino. Por eso no es raro que en un momento inesperado la cabeza te pique curiosamente o sientas cosquilleo, somos nosotros tratando de llamar tu atención sobre una pista puntual según el momento.Así que a veces nos relacionamos en esa zona por medio de tocados, es decir, de elementos intermediarios. Es que es fácil entender que no siempre va a darse esa conexión directamente. Por eso los tocados son útiles, como medios para crecer en este vínculo entrañable y sutil.Entonces, me gustaría que buscaras tu tocado, que lo persiguieras, que lo alcanzaras. ¿Qué lleva tu cabeza ahora justo arriba? Si lo que ves es una paloma u otro animal, entonces estamos construyendo algo muy vivo. Si ves en cambio un adorno sintético, estaremos seguramente lidiando con una relación impostada en este momento.Por ejemplo, mi amiga de la ilustración está persiguiendo algo muy fino. Se trata de una amiga cercana que me tiene en cuenta a menudo, y juntos venimos persiguiendo para ella algo exquisito sobre la delicadeza de sus pensamientos y lo fino que espero que hile a la hora de elegir de qué ocuparse.Los tocados, por supuesto, van cambiando de acuerdo a los progresos, o las demandas del momento. A veces los tocados son aparatosos. Por ejemplo, puede que veas un frutero en tu cabeza. Seguro que pesa, y que lleva vida y jugosidad. Ese sobrepeso colorido está llamándote a dar más vida, a gozar, a balancear tus caderas y a proveer. Si no es a ti a quien hay que dar, entonces tienes un invitación a dar generosamente algo de ti que ya es colorido, abundante y vital, solo que te lo guardas porque aún no has sabido valorar muy bien lo que puede hacer por los demás.Entendamos algo, el tocado es físico, es decir, palpable, o es imaginario. Y en los dos casos puede cumplir perfectamente su función de simbólico. Las personas que necesitan ponerse cosas en la cabeza pueden estar ocupando un vacío, una posible desconexión. Un cabello muy protagónico seguramente es una invitación a sentir más gracia y belleza. Los conflictos con el cabello están enraizados en el reto de encontrar un modo más cómodo de conectarse con lo divino.Y en el mismo sentido, los tocados simbólicos, esos que ves si te concentras, son representativos de lo que ahora me ofreces. Si al percibir te ves ofreciéndome un animal muerto, no te asustes. Tu tocado puede ser una ofrenda, un alimento, y estás conectándote ahora justamente a través de un despojo de la vida para acercarte a mí.Si lo deseas, deja en los comentarios el tocado que ves, te ayudaremos a interpretarlo. Recuerda, no lo saques de tu imaginación idílica, evita elaborarlo, sé espontáneo, lo primero que aparezca, por extraño o incomprensible que te resulte. Es más, si no lo ves, puedo contarte qué es eso que justo ahora me ofreces, o si andas muy ocupado de las partes de abajo y no me ofreces nada en particular.Finalmente, par aclarar, este ejercicio del tocado invita más bien al reconocimiento de una relación sobre la cabeza, no dentro de ella. Si te animas, acepta que existe una especie de convivencia entre los dos arribita de tu cráneo. No solo allí, por supuesto, pero hoy hablamos de esta que me agrada y que remite a un recurso que puede servirte para sentirme y permitirme ayudarte mejor".
TENGO QUE HABLARTE DE LA MUERTE
“Estamos aquí recibiendo todos los días a quienes dejan el mundo en el que ahora vives, y todos en general llegan un tanto sorprendidos de lo hermoso que encuentran. Siguen creyendo allá que la muerte es tragedia, cambio severo u oscuridad. Amigos, hay que comenzar a sospechar que las cosas se ponen buenas cuando vienen de regreso. La muerte es difícil, a veces en extremo, pero solo si la miras desde allá, desde los apegos humanos y las expectativas de una vida para siempre en ese mundo, acompañado de las mismas personas, conservando la misma memoria. Veamos entonces cómo es que se puede mirar la vida en perspectiva para así recordar con un poco más de frecuencia que la muerte existe, que es un cambio necesario y que puedes además prepararla muy bien. Sé que no tienes memoria de haber estado antes aquí con nosotros, de cuando te fuiste o del pendiente de regresar, pero también sé que has pensado con añoranza en este mundo que sospechas que existe, uno de más paz y regocijo, de protección y bondad. Sospechas entonces que hay algo mucho mejor, un mundo ideal que te hace lamentar más las carencias y maldades de ese mundo tan humano. Es decir, conoces la bondad, una vida regida por ella, y un talento tuyo para compaginar con esa armonía resultante. Pues eso es morir, regresar al hogar de la bondad amplia y liberadora; es lo primero que sientes, una vez te desprendes sientes en lo profundo las mieles del regreso y en medio de ese aire generoso el amor por quienes dejas trasciende a componerte. Ocurre también que no duele el dolor de quienes quedan, puede que tengas que ayudar un poco a asimilarlo y tu amor de regreso los alivie, pero ya no sientes más dolor, puedes ver el amor en perspectiva y entiendes que los hombres tardan más en asimilar algo que aquí simplemente es natural. Otro día hablamos de cómo se asimila la muerte de quienes amas cuando tú eres quien se queda, por ahora la esencia de este aprendizaje es trabajar primero en tu propia muerte para que así un día seas ejemplo y comprensión. Asimila por favor este viaje seguro que es la muerte, sueña tu momento con paz, recuerda que algo dentro de ti ya sabe que todo va a estar bien. Ese cuerpo que abandonas es el despojo necesario de la parte de la historia que merece ser olvidada; olvidas todo lo que es material, lo tangible, lo concreto. Dejas sin miedo aquellas posesiones a las que te has dedicado, olvidas tu casa pero regresas con el amor recibido y el cuidado, olvidas a la mascota pero te quedas con esa capacidad afianzada de vincularte a otros seres que no comprendes, olvidas por ejemplo tu cabello o tus manos, solo para volver a tener otros recursos con que enfrentar la nueva vida que llegará. No eliges junto a quien seguir tu camino, tampoco decides a quien recordar o buscar, sé que quisieras seguir unido a tus hijos en este mundo, o a los seres más amados, pero no hace falta buscar esas caras o esos nombres, los vínculos que prevalecen son los profundos, y los correspondientes al nuevo camino; así que recuerda todos los días que esas personas que ahora te acompañan son parte de ésta estadía particular, no dependes de ellos para continuar ni ellos dependen de ti.  Quiero que prepares tu viaje como un explorador decidido, que sepas abrirte al universo que tú has de caminar. No vas a estar solo, te lo aseguro, eso también lo puedes sentir. De hecho muchos de los movimientos que enfrentarás tras tu muerte son más fáciles aquí, lograrás con fluidez el tipo de cosas que allá te han costado años o no has logrado por completo, cosas que solo tienen que ver contigo aunque ahora parezcan completamente ligadas al mundo que vives o la gente que te acompaña. Quiero entonces que le enseñes a tus miedos que eres un explorador natural, a eso viniste y así regresarás, en busca de caminos que navegan tu propio universo, no lo olvides por favor. Si has aprendido a tener miedo de la muerte entonces puedes aprender a sentirla bonito, las sensaciones se replantean, hazle mejor caso a las más profundas. El miedo que responde a la muerte es más bien un instinto que se supera en la medida en que colmas tu vida de experiencias trascendentes, alimenta esas experiencias, ganas doble, además de prepararte para tu viaje atiendes el disfrute de una vida sin miedo a morir”.