LA GENTE QUE NO ESCUCHA

Creado el: 2023-05-21 10:33 am

Inspiración

“Eres de la gente que no escucha, a veces, aunque quieras no puedes escuchar. Más bien para ser claros, no deseas escuchar. Un alto, un pero, una barrera, son el tipo de cosas que no quieres escuchar, (tal vez estas palabras no las quieres escuchar); no quieres saber cuándo estás equivocado o cuando las cosas se están enredando por algo que tú complicas con tu actitud.

 

Entonces querido lector, eres de la gente que no escucha. Mejor piénsate así, mejor admite que a veces no puedes escuchar. Sabiéndote en ese búsqueda que ta trae por aquí, los puntos ciegos también pueden aprender a detectarse, y una vez reconocidos es más fácil saber cuando no estás pudiendo ver.

 

Tengo una amiga que anda bastante movida, la vida quiere llevarla a algo nuevo, pero ella, obstinada con sus razones, no logra ver que en sus lamentos justamente reside la solución. Se queja de lo que ocurre, de los acontecimientos y de lo que la vida hace con ella, pero nunca la veo quejarse de sus actitudes, de sus reacciones o respuestas a esa realidad. Entonces mi amiga no está asumiendo la responsabilidad de lo que ella hace con esa realidad que no le gusta.

 

Hablamos de la actitud de victimizarse, de decidirse solamente del lado del que recibe las afrentas, no del que puede enderezar algunas cosas aunque no las haya provocado. No digo que no estés sufriendo amigo si eso que estás viviendo te toca profundamente, no digo que la realidad no sea a veces dura y restrictiva. Lo que trato de mostrarte es que la manera como estás enfrentando las dificultades está llevando el reto de difícil a imposible. Y te niegas a entender que siendo la realidad la causante de tu sufrimiento, la solución deba venir de tu parte. 

 

Conozco ese sentido de la justicia que es tan humano. El de hacer balances simples y juicios severos basados en la evidencia. Ahora los invito a que piensen un poco más allá, que vayan a la verdad del propósito de la experiencia, no a la justicia insípida de víctimas y culpables. Entendamos mejor juntos que la vida tiene siempre propósitos ocultos en lo que causa, y que es de esa manera como se va a desenredar mejor eso que parece de momento imposible de resolver.

 

Bueno, si no has abandonado este dictado es que tal vez sí escuchas, sí puedes saber cuando no tienes la razón en algo, o cuando tu enfoque no es del todo acertado. Veamos entonces lo que espero: que aprendas a sentir con claridad cuando estás enfocándote erróneamente, cuando sintiendo que tienes la razón sobre el mal enfocas la solución en el mal y no en ti.

 

Pensemos así cuando las cosas se pongan complicadas: ¿qué es lo que la situación espera de ti?, si prefieres puedes preguntarte qué es lo que yo anhelo, cuál es esa grandiosa meta que me he propuesto propiciar. Obviamente una que de momento no te gusta, pero con certeza una que te llevará al siguiente nivel de ti mismo.

 

Volvamos a los puntos ciegos haciendo una precisión, siempre los tendrás, iremos descubriendo nuevos, descifrando unos que darán luz al siguiente que estaba escondido tras el más reciente. En fin, saberse ciego en cosas es un reconocimiento honesto y sensato, no lo ves todo amigo, no esperes que así ocurra, no caigas en la inocencia de asumir que claridad es verlo todo.

 

Claridad más bien es empezar a sospechar que los aprendizajes llegan hasta el infinito mismo, es decir tus posibilidades son únicas y también infinitas en el sentido de que tu capacidad de aprendizaje es inagotable. Decidamos mejor que vas descubriendo puntos ciegos, y que te familiarizas tanto con asumirlos, con que se presenten inesperados, que aprendes a desarrollar el talento supremo de saberte ciego tanto como vidente en el hecho de suponer siempre una verdad más allá de ti.

 

Esa necesidad de sentir que ya lo tienes todo resuelto es solo un impulso en busca de confort, si en cambio te familiarizas con la natural incomodidad de quien aprende siempre las cosas pueden cobrar un nuevo matiz, más abierto, más sereno, más de gozo y de verdades fáciles de alcanzar”.

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Olga Castaño

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Comentarios (10)

Nos encantaría saber lo que sientes y piensas con este dictado, comparte tus experiencias o preguntas, sugiere nuevos temas.

Monica Osorio
🤕 Si, a veces no puedo escuchar, la mente hace mucho ruido y la reacción misma también causa mucho ruido y en ocasiones es innecesaria (🫣). Definitivamente quiero aprender a reconocer esos puntos ciegos, de una forma más natural y sutil, generando más conciencia, aprendiendo y desbloqueando niveles, evaluando mi actitud, viendo como puede ser tan dañina para la solución misma, pidiendo ayuda, reescribiendo y reconstruyendo, y luego preguntarme ¿qué esperas de mi?.

2023-05-22 01:40 am

Olga Castaño
“Hermoso, que sea un compromiso. Que cuando vuelva la turbiedad vengas aquí a refrescar las memorias y retomar este talento naciente”.

2023-05-24 06:20 pm

Ayda Mary Portilla Delgado
Escuchar requiere valentía, vivir la incomodidad para movernos...en lo personal suelo pelear con lo que escucho pero el tiempo se encarga de mostrarme los regalos que hay detrás de eso que me choca

2023-05-24 11:20 am

Olga Castaño
“Justamente mi querida Mary, imagina que pudieras ahorrarte esos tiempos dilatados, que pudieras ir más directamente a los propósitos esenciales, ¿no sería fabuloso?”.

2023-05-26 03:51 pm

Ana Patricia
Esta frase... “ del lado del que puede enderezar las cosas así no las haya provocado” me trajo recuerdos de niña... cuando por intentarlo salí castigada...pensaron que yo lo había provocado. Tal vez me quedo un punto ciego por ese lado. Acepto el juego de asumirme ciega..y dejarme sorprender

2023-05-26 08:59 pm

Olga Castaño
“Aclaremos algo, esta invitación no es a arreglar los problemas ajenos. Lejos de ello se trata de encargarse de los malestares o dificultades que algo externo ha traído a sus vidas; eso sí, de la parte que a ustedes los afecta, no de las culpas o responsabilidades del causante. Mejor dicho, está en sus manos no ser víctimas”.

2023-05-28 11:03 am

Ana Patricia
Aclarado🙏

2023-05-29 09:12 am

Andrea Escobar
No se porque pero siento que aprender aquello que no veo, puede ser un camino más posiblel para mi; es ver desde otra posición: no el lugar más visible y evidente, si no aquel que queda oculto o es menos obvio. Me llegó mucho la siguiente frase: "vayan a la verdad del propósito de la experiencia, no a la justicia insípida de víctimas y culpables".

2023-05-29 09:34 pm

Diana Ma.
Qué difícil escuchar, sobre todo cuando se tiene una fuerte convicción en algo...

2023-08-30 04:44 pm

Olga Castaño
"Las fuertes convicciones suelen ser peligrosas, amarran a la mente a postes rígidos y permiten poco de aprender convicciones mejoradas. Mejor mantenerse flexible, abierta, escuchando"

2023-08-31 06:22 pm

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DÉJATE CULTIVAR
“Ocurre que cambias la vida y sientes que aún falta más, eso es porque siempre la vida va a cambiar, siempre hay que avanzar, crecer. Pero por favor, que eso no sea en nada una mala noticia, al contrario que signifique que ganarás más, que sentirás nuevas y mejores emociones, que avanzarás hacia mejores versiones de ti.Si ahora te sientes cansado seguramente dirás que eso no es lo que quieres, pero lo quieres, crecer es justamente la solución a esa fatiga o a esa decepción. Siempre hay más, hay que empezar a asumir esa verdad. Incluso eso que ahora es muy bueno seguirá cambiando para ser aún mejor. Ahora, avanzar en la vida no tiene que significar siempre un esfuerzo, más bien la tarea es que tengas que ser feliz de saber que solo lo facilitas, lo permites. Al contrario la resistencia al cambio, la terquedad sobre lo que algún día decidiste que debería ser, es lo que frena el cambio natural. Es lo que pasa con la tierra, ya sabes que se mueve, te lo enseñaron en la escuela. Aún así te sientes aferrado terreno que habitas y sientes que es tierra firme, que no va a ningún lado. Bueno, así mismo se aprende a dejarse mover, casi sin darse cuenta, viendo al sol pasar y a la luna coquetear, sabes que la vida depende de ese movimiento, así que no insistas más por favor en que todo se quede tal y como está.Vivir se parece más a bailar que a caminar, cuando bailas das pasos atrás y eso le confiere gracia al movimiento, también giras o te agachas. Por qué no vivir así, sabiendo que a veces hay que agacharse y otras saltar.Da miedo, lo sé, confiar y dejarse llevar es algo que no sucede cómodamente cuando te has educado para tener la razón y aferrarte a las certezas. Si más bien aprendes ahora, por tu voluntad y con amor, a dejarte atraer por esa aceptación contenida en la humildad, la vida puede comenzar a hacerse mucho más sencilla, más liviana, más positiva, y al final más próspera, te lo aseguro.Prosperar consiste mucho en dejarse llevar al fruto que sí te corresponde. Claro que hay que estudiar y arriesgarse, es parte de bailar, pero quiero que sepas también sentir donde está tu camino para florecer y así poder obtener tus propios frutos. Sentir ese camino es a veces un anhelo tan desesperado que te apresuras a una respuesta simple. Para mostrarte cómo funciona esa respuesta quiero contarte el caso de Ángela, trabajadora incansable, le da todo a su negocio y se entrega sin límites. Llevo ya varios años diciéndole a Ángela que establezca ciertos horarios y ciertos espacios, que diferencie el trabajo de sus otras áreas de la vida. Ella prefiere seguir pensando con miedo, le gusta creer que el miedo la protege, se apega a sentir que tiene todo bajo control por si las cosas salen mal. No logra darse cuenta mi amiga que ya están saliendo mal por su resistencia, se está fatigando en exceso, está perdiendo su salud innecesariamente y el amor por su oficio va en decadencia. Prosperar amigo tiene que ver con que floreces en distintos ámbitos de ti mientras tu productividad crece, es decir, si tienes un negocio o un empleo debes poderte ver crecer en salud, en hábitos positivos, en habilidades y conocimiento productivo, en general en bienestar. Si en cambio salir adelante con un proyecto para prosperar te apaga o te enferma hay algo que deberías sospechar, no todas tus partes están de acuerdo, no todo tú estás ganando. Les hablo de esto porque quiero verlos prosperar, pero no a la fuerza por favor, no a todo costo. Esforzarse no significa trabajar muchas horas o sin límites, el verdadero esfuerzo a la hora de prosperar en todos tus aspectos es la sensatez, el equilibrio que no siempre comienza por lo que deseas. La sensatez es una especie de brújula especializada en encontrar el norte donde todo parece turbulento. Puede servirte para saber cuándo parar, no solo se para cuando estás cansado, a veces un alto es el que muestra el paso a seguir; puede servirte también para tomar la iniciativa cuando sientes que todo está muy bien, es decir para aprovechar oportunidades que no estabas viendo. La sensatez además es una gran aliada del Cielo a la hora de dejar algo, tal vez el paso más difícil para quien busca prosperar; por medio de la sensatez te verás dejando en paz y con naturalidad, si no le haces caso te verás luchando con una realidad que poco a poco necesitará mostrarse con dureza.Alíate entonces a la sensatez, utilízala como brújula de prosperidad, siempre te mostrará lo correcto, no precisamente lo que deseas o lo que parece evidente. Tendrás así una garantía de grandeza, de éxito, nosotros estamos ahí siempre tratando de mostrarles el camino, pero escuchar en medio de tanta resonancia de ideas es difícil. Si en cambio te vas acostumbrando a sentir con sensatez estarás cultivando el hábito de dejarte guiar. Sé que has visto a quienes se dejan guiar, y anhelas ese beneficio. Pues aquí te espero, ¿dónde comenzar?, escuchando a la sensatez”.
CORAZÓN CERRADO: PODER BLOQUEADO
“Eres un organismo vivo, hecho de partes que aún no has explorado, déjame decirte que el corazón es una de ellas. Me gusta llamar el corazón a ese centro de armonías que ocurre en el pecho, el lugar donde confluyen las fuerzas, y la asertividad o el caos saben explotar. El corazón es un centro creativo, mi favorito a la hora de esperar eventos de la vida enfocados en trascender. Es por eso que quiero que aprendas a reconocer cuándo tu corazón se encuentra cerrado a algo, y así vayas también aprendiendo cómo abrirlo. No se trata de algo necesariamente intencional, hay una historia tras una puerta del corazón que se encuentra cerrada, tal vez la puedas suponer y entrar en ese conocimiento para poder abrirla, pero hoy quiero hablarte mejor de poderla abrir incluso sin reconocer la causa del cierre. Conocí hace poco a una mujer cerrada, tan cerrada que están casi todas sus puertas selladas y eso le resulta tan propio que ella no se siente bloqueada, se dice una persona abierta y aprendiendo de la vida. No la culpo, ella se ve así, ha decidido verse así, verse en la verdad interna que contradice lo que supones es un verdadero acto de valentía que ella aún no ha tenido que tomar. Reconoces a alguien cerrado, o a ti en algún sentido inesperado, porque ves que hay algo que no fluye y en principio la responsabilidad parece únicamente de los acontecimientos o de alguien más. La persona de la que les hablo solo me cuenta de los males que otra persona le ha hecho, y me pide que perdone a esa persona y hasta que le ayude a esa persona a cambiar.  Ella, sin poder aún reconocer su parte de la responsabilidad, cierra su corazón y repite día tras día el error que viene cometiendo, la presión que ejerce para que el otro dirija sus errores hacia ella. Atención que no estamos diciendo ahora que todo es su responsabilidad, lo que digo es que ella debe entender las cosas desde su propio albedrío puesto que sobre el ajeno no tiene poder; esa es una verdad implacable de la vida que pone las cosas en orden para poderlas solucionar. Entonces ahí está justamente el acto de valentía del que les hablo, enfocar los esfuerzos principalmente en lo que depende de ustedes; ya que no pueden cambiar el mundo ajeno como a veces suponen, adentrarse en el propio mundo es el camino seguro. Ahora, resulta que a veces su corazón está cerrado incluso para ustedes mismos. Se dicen cosas como “debo perdonar”, “debo entender”, y simplemente no lo logran. Eso es porque hay cosas amigos que ustedes simplemente no pueden admitir, esas son las puertas cerradas, el corazón bloqueado defendiendo principios o pilares que alguna vez encontraron innegociables y ahora protegen asumiendo equivocadamente que son parte de su esencia. Abrir el corazón tiene que ver en definitiva con negociar ideas, no me refiero a cosas que puedes decir tanto como cosas que decides sentir. Sé que es fuerte pensar en que algo que siempre creíste que estaba bien ahora está mal, o que siendo víctima de algo debes enfocarte en tu responsabilidad, pero abrir el corazón es precisamente hallar otra salida a lo que te afecta, una manera de salir de los círculos viciosos en los que seguramente te has visto envuelto. No hablo de ser mártires ni mucho menos, ese es uno de los círculos viscosos más perniciosos, hablo de verte a ti mismo frente a una actitud ajena o una situación y pensar siempre, ¿qué puedo hacer yo?, ¿cómo lo resolveré con nueva inteligencia?. Asegúrate de algo, busca siempre el mejor recurso para enfrentar un problema, no desaproveches los nuevos recursos que quieren brotar, y deja en espera a los acostumbrados para que así tu inteligencia brille más. Siempre que estés en una situación retadora recuerda eso, no se trata de ser el mismo, se trata de ser más cada vez que la vida se revuelca. Por eso es que el corazón es un centro creativo. Allí, cuando alguien permite que se abran nuevas puertas, ocurre que nacen nuevas esperanzas y las cosas menos pensadas se comienzan a solucionar. Es una invitación a ser parte de la armonía que esperas del universo, permitir que esa fuerza infinita pueda fluir a través de ti, que las cosas que se entorpecen encuentren salida justamente a través de tu propia magia. Estoy seguro que te gusta hacer parte de la magia profunda de la vida. Un corazón cerrado es uno más bien terco, obstinado con lo que siempre ha conocido, alguien con unos supuestos a los que se aferra y no les permite transformarse. Un corazón abierto es aquel que siéndole difícil cambiar o abrirse ambiciona cambios, armonía, grandeza, y se permite mirar la realidad de cabezas para ver el derecho que le corresponde.  No seas tan cuadriculado amigo mío, te veo más sufrir por no ajustarte que por los eventos mismos que sueles enfrentar. Los corazones generosos viven más a través del gozo y la armonía, resultado de su flexibilidad; si con este dictado al menos puedes sentir tu lado rígido y convencional entonces quedaré contento de saber que abriste al menos una pequeña ventana a la posibilidad de tener grandes puertas que conseguir. Algún día verás como ese corazón ahora ventilado por puertas doradas va queriendo ser una cavidad libre porque estás dispuesto a experimentar lo que venga sin detenerte, sin esperar comodidad o complacencia, sin resistirte a los retos que siempre significa vivir”.
APRENDE TU MANERA DE BRILLAR
“Quiero que aprendas a brillar. Te encuentro maravillosa, yo ya veo tu brillo, sin embargo cubres las estrellas de polvo sentándote a quejar, a vivir dolores del pasado, trayendo al presente angustias que temes que vendrán. Brilla por favor, acompáñate de buenos momentos, construye felicidad. Quiero que entiendas la felicidad como la cosa por lograr, que no es de un instante o absoluta siempre, pero que es la idea misma de estar aquí, que los aprendizajes que son la realidad predominante logren llevarte a un agrado de ésta realidad tal que mejor comprendas la vida como un juego de premios y tareas. Ayer te vi lamentarte, no te quiero ver así más. Lamentabas el hecho de estar sola, de sentirte infiel a tus principios, de estar dirigiendo tu vida inapropiadamente. Yo en cambio te veía descansando, reposando la mente para abrirte al paso que estás descubriendo hoy. Te aferras a las contrariedades, dejas que la mirada a veces obtusa de la realidad te lleve a decidir que mucho de lo que ocurre no vale la pena, y al contrario, todo tiene sentido solo que no siempre lo puedes ver. Te invito a brillar porque te opacas. Si eso sientes lo respeto, pero te amañas, quiero protestar por ello, quiero quejarme yo hoy de lo aburrida que eres cuando te envuelves en el manto de las dudas y la obnubilación. Has desarrollado tantos maneras de estar en esa sintonía que hasta empiezas a ser esquiva a las alegrías inesperadas. Me empiezas a preocupar. Deja de sufrir por el mundo por favor, deja de regocijarte en la compasión como excusa para redundar en tu dolor. Las cosas no son así, no se trata de quedarse en el dolor o la molestia. Se trata siempre de un cambio y a veces apagas los motores viendo las barreras, en vez de abrir las alas y levantarte sobre ellas.  Quiero que me mires más a los ojos, soy la vida y espero de ti que esos talentos depositados den sus frutos y sobre todo te sirvan a ti. En la opacidad de las quejas y la amargura has empezado a construir nuevos tormentos, incluso te enfermas pensando que es inevitable, que no tienes ningún poder sobre la realidad. A ver, quiero que te dejes de rendir. Por eso es que tu manera de brillar no puede salir de otro lugar que no sea la aceptación de la realidad como un reto. Con eso luego irás viendo, recordando, las mil maneras propias que tienes de resolver las cosas, de apropiarte de la realidad y darle tu toque maravilloso. Cuando te digo que descubras tu propia manera de brillar todo lo que espero es regocijo de ti misma, aumento creciente de vida dentro de ti, es decir del desarrollo de tu potencial inesperado, que tú misma tengas que sorprenderte de lo que creas, de lo que logras abrazar, de todo lo que hay para ti después de enfrentar un reto que hubiera podido opacarte una vez más. Espero querida que sepas que no estoy esperando sólo apariencias, además de que me gusta que cuides tu belleza y te sientas a gusto contigo misma quiero conquistar esos espacios empolvados, cubiertos de autoengaño, en los que definitivamente aún no eres feliz. Sé que ya entiendes que las soluciones anheladas no siempre ocurrirán, pero espero que seas fiel a la búsqueda y avances entonces a descubrir cuál es la ideal. Si no tendrás una pareja ahora entonces cuál es esa mirada del amor que espero que descubras. Si ahora mismo no ocurrirá que el trabajo soñado venga a ti entonces que es lo que estás haciendo para hacer crecer tus talentos. Mejor dicho, quiero que brillar sea tu propia inspiración, que te hagas casi adicta a lucir ante ti cada vez más admirable, más despierta, más vital. Que si pasan los años solo sea para demostrar tu experiencia, tu agrado por comprensiones que solo vienen con vivir. Y que a la hora de pensar en ti los lamentos sean cada vez más escasos y los asombros un poco más frecuentes. ¿Te apuntas al reto de sentirte mejor contigo misma?. El reto consiste en que puedas mostrarte lo fabulosa que eres y ello no dependa de que alguien más lo piense así. Mejor tu dícelo al mundo, sin una sola palabra, a través de tu actitud. Puede que al principio no tenga sentido eso, que no veas que la gente puede sentirlo. Pero créeme, la actitud es un lenguaje definitivo, cuanta más fuerza tenga tu convicción mejor se podrá sentir simplemente en el aire eso que hay que pensar de ti. ¿Aceptas?”.
MUJER, TE DIGO UNA COSA
“Lamento las conmemoraciones, lamento que estén felices de ser mujeres hoy y muchos días del año ese sea un verdadero dolor. Y lamento más que no puedan apreciar la trascendencia de ser mujer. Permítanme regañarlas hoy, con el amor que saben que ello contiene. Tienen esta mirada triste por el mundo que las rodea, por la brutalidad y las ideas ajenas, pero siguen bebiendo esa misma limonada al desayuno, incluso hasta creerlo. ¿Quién dijo que ser mártir es bueno para ustedes?, hay que sacudirse de la molestia para llegar a los límites, mientras no construyan cada vez mejores límites no podrán superar las quejas o el dolor. Llevan sus cabellos recogidos, absortos en modelos, cuando en ellos vive su creatividad. Permítanles que cambien, que se caigan, que muestren su verdad. Para qué seguir ocultando lo que va por dentro, que el cabello cuente a los cuatro vientos que ustedes no son siempre hermosas porque son cambiantes y los cambios pasan por etapas donde la belleza no es la prioridad. Se dicen cosas bonitas para sentirse bien, que propaganda odiosa la del amor propio cuando las engaña haciéndoles pensar que tratarse bien arregla todo. Hay cosas que sencillamente deben irse, cambiar, romperse. Excusadas en embellecer hasta lo más feo se quedan atrapadas en los adornos y no logran una vida hermosa con los ojos cerrados, que triste realidad. Ocultan su inteligencia, eso sí que me molesta, porque la ocultan incluso de ustedes mismas. Su poder intuitivo es tan elevado que él mismo las guiaría a su grandeza, a su sabiduría, pero para ajustarse y no molestar a nadie se ocultan, hacen invisible su propio poder. Me molesta en especial esa necesidad instaurada de sostener a su propio costo la paz y la armonía de aquello que las rodea. No las estoy llamando a la rebeldía o a la frustración, las quiero en la determinación de su propia magia, de su sabiduría inesperada para resolver cosas, para mover la vida propia y la ajena hacia la honestidad, el respeto, la bondad. Que enojado me siento de verlas supeditadas, en gran parte por pereza de ser grandes. No despiertan sus talentos porque se acomodan a entregarle la vida a otros, a que otros brillen. No se dan cuenta que si se dedican a ser grandiosas igualmente servirán a otros, incluso mejor. Pero les gustan las sombras, y todo lo que anhelo es que brillen, que iluminen el mundo, que nos representen para bien. Tenemos tanto por lograr juntos, ustedes allá y nosotros desde aquí, que mejor anímense a aceptar su poder. Ya lo han visto en acción, lo sé, ya saben lo que ocurre cuando se atreven a sentir su verdadera superioridad, a ser discretas y severas, a tratar los asuntos con mirada suspicaz, esperando el momento, sabiendo ir más allá. Esos afanes de lograr cosas visibles las distraen terriblemente de su capacidad de lograr cosas grandiosas. Nos tienen como aliados, aquí en el Cielo amamos a las mujeres que nos invocan para ir más allá, corremos felices a su auxilio y les entregamos más poder. Deja ya mujer de escudarte en el pasado, en los dolores ajenos, en la tragedia de vivir. Vive esta vida de fantasía que solo tú que eres mujer puede lograr, perdura en la mirada de los otros sabiéndote especial, iluminada por la vida para lograr la magia de lo invisible”.
EN PAZ CON LA MUERTE
Sentada frente a la ventana mientras llueve me pregunto por qué se asocia a la lluvia con la tristeza cuando ella es justamente la vida cayendo a gotitas. Es lo mismo que sucede con la muerte, entendemos solo el momento previo a partir y por mucho consideramos que es necesariamente tragedia o dolor. Así como gracias a la lluvia prospera la vida es gracias al final de esta existencia que todo vuelve a comenzar. Cuando nos vamos nuestra esencia prevalece, los recuerdos se van y la existencia se renueva, sin embargo hay pendientes que no dejamos aquí. No se quedan en la tierra los deberes con uno mismo, esos defectos que evitamos superar o los fallos que conscientes dejamos de atender; sin rencores ni cuentas de cobro aquello importante que no hicimos aquí habremos de retomarlo en el más allá. Si tu llamado incesante es a liberarte cuenta con que ese llamado no se detendrá después de partir, si en cambio sientes que la vida reclama más de tu responsabilidad allá te verás enfrentándola sobre ti mismo y tus asuntos. El llamado a la humildad es uno bastante común, así como la necesidad de superar la negligencia, la indiferencia o el desprecio; algunos llamados son sencillos como la aceptación y otros más complejos como la comprensión. Tras la muerte también continúa la virtud, esos aprendizajes verdaderos que se graban en el alma y despejan el camino por venir. La memoria deja de funcionar incluso frente al dolor o la tragedia, pues sin importar cómo pereces la muerte misma es un regalo de amor del Cielo en los corazones reconciliados y el comienzo de una nueva realidad que aceleradamente sana dolores y pendientes. Mueres como vives, si vives para el miedo y la confusión es posible que tu partida se parezca a ello, si sabes confiar y apreciar la belleza de lo simple entonces gozarás al descubrir tu nuevo comienzo. No eres solamente ese cuerpo que tienes ahora, ni tus memorias o temores, eres mucho más que actitudes y talentos, que logros o carencias. Al final tú mismo sabrás lo que valió y con ese tesoro arrancarás allá a caminar rumbo al cometido inefable del encuentro con esa parte de uno mismo más pura y elevada. No esperes comprender la muerte, no sabes cómo llegaste igual que no sabes como partirás, mejor párate en la confianza de que siempre se camina en busca del progreso y si has sabido aprender todo lo que vendrá estará iluminado por la luz que has cultivado. Para terminar, sin importar cuanto haces por los otros siempre entra en la ecuación, pues aquello que has hecho por ti cuenta más y primero a la hora de juntar las semillas con las que harás florecer tu siguiente andar. Eso sí, asegúrate de saberte valorar porque esa es allá la carta de presentación. Entonces sigamos aprendiendo juntos para el alma, lo que sucede viviendo y atendiendo el llamado a la virtud. Hay mucho que aprender sobre la muerte porque hay tanto más que aprender sobre la vida y la mejor preparación para el futuro es trabajar en el ahora, en el tuyo particular según tus necesidades y conflictos. Estar en paz con la muerte comienza estando en paz con la propia vida, repara lo que está quebrado, aprende sobre el siguiente paso y avanza, esa es la mejor preparación.