LOGREMOS LO SUBLIME

Creado el: 2024-03-03 04:32 pm

Aprendices

“Cuando tratamos de enseñarles a ayudar junto a nosotros, estamos también tratando de enseñarles más de ustedes mismas. Ahora, como sé que no siempre quieren aprender, les dejaré hoy un incentivo que les puede ayudar a recordar porqué quieren ser astutas y mejor prestar atención a su aprendizaje.

 

No sueles estar enfocada en lo que debes aprender porque primero te decides dedicada a lo que debes entregar. Eso, en principio, no es lo que deseo para ti. Quiero verte enfocada siempre en ti, que seas tu centro, y que desde ese centro consciente sirvas a otros más atenta de cómo te mueves que de aquello que mueves en alguien más.

 

Puede sonar paradójico, lo sé. Que si se trata de servir entonces cómo no concentrarte en el otro. Pues querida, concentrarte en el otro ubica la fuente de los recursos en su situación, si en cambio te centras en los recursos que pueden fluir a través de ti entonces la entrega es sublime (de elevación extraordinaria).

 

Cuidado por favor con pensar que todos los recursos deben provenir de tu intención, tu conocimiento o tu ingenio. Al contrario, nuestro deseo es que te pongas cómoda y solo permitas que se vayan mostrando algunas regulaciones para que tu don fluya mejor, que tengas la seriedad para titubear buscando el mejor recurso hasta tenerte que sorprenderte de eso que mejor va a decidir el curso del evento mágico en el que estás envuelta.

 

Sí, es que me gustaría mucho que tu entrega pueda irse convirtiendo cada vez más y mejor en un evento mágico. A eso se refiere la elevación extraordinaria de un encuentro entre quien en principio ayuda y quien es ayudado. La elevación se produce cuando las dos personas participantes se elevan gracias al que al final es un auténtico intercambio.

 

Desmenucemos eso. Según el diccionario, sublime significa excelso, eminente, de elevación extraordinaria. Ya conoces los eventos sublimes, esos momentos normalmente espontáneos en los que se puede sentir una conexión poderosa, o aquellos de los que solo te das cuenta de su poder después, cuando miras en perspectiva y entiendes que algo extraordinario sucedió.

 

Quiero verte notar que ayudar así no es solamente dar. De hecho, quien recibe más eres tú. Por una parte, cursa a través de ti una gracia especial, por otra, ves en el otro el efecto material de esa magia que puedes provocar, es decir, alcanzas cierta evidencia de lo maravilloso de permitirte fluir más allá de ti misma. ¡Y quién no valora la evidencia!

 

El intercambio es entonces una parte esencial de la magia que se mueve en esos eventos poderosos. No es como ir al a tienda, pedir al tendedero una libra de arroz y entregarle tu billete. Este intercambio es más bien una producción tridimensional de alegría, de gozo, de sabiduría inesperada. Porque no hay que olvidar que quien recibe ocupa el papel fundamental de ser verdadero receptor, es decir de participar abriéndose, siendo la cara magnética que balancea el efecto, que lo aterriza.

 

Entonces, puesto así, prestar atención a su centro es estar atentas a su aprendizaje. Aprender en el momento, en el evento mismo, sucede tan solo con que estés dispuesta a hacer ajustes, a cambiar de dirección, a callar aunque tuvieras mucho que decir, incluso a permitir que algo un poco inesperado o extraño pueda ocurrir. Y si esto te da miedo entonces sí que estás aprendiendo, porque hacerlo incluso con un poco de temor indica que estás aprendiendo a ir más allá de esa emoción y a tomar la decisión apropiada de avanzar hacia permitir más cada vez de esa magia que ya conoces que funciona.

 

Es extraño, lo sé. Es extraño que ya sientes que lo haces, y que funciona, y ahora yo venga a decirte que puede ser mágico y extraordinario. Esta invitación querida es a que quieras más de esta magia, no te conformes con poco, estúdiala, explórala; anhela un poco más de apertura y que las sorpresas maravillosas puedan venir. ¿Qué aprendes hoy?, en medio de la situación que estás permitiendo, qué nuevo poder de ti misma puedes ver aparecer ante tus ojos encantados”.

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Olga Castaño

Entendamos tus aprendizajes juntos

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Comentarios (7)

Aprendices: este espacio es su tablero, compartan aquí por favor sus experiencias reveladoras, sus asociaciones sublimes, sus inquietudes profundas. O simplemente lo que ustedes quieran decir.

Carol
Este dictado me confronta con mi calidad de aprendiz. Creo que cada vez trato de ser más consciente de como puedo impactar a los demás, que posiblemente surge de mi parte menos intencional. En si mi trabajo consiste en ayudar y bueno ahí trato de hacerlo mejor que puedo con lo que la tres D me permite, pero intuyo que una parte más significativa de mi dar, no está allí; entonces me confronta con mi responsabilidad, no solo con migo misma sino con quienes me rodean, de enfrentar mis retos cotidianos. Con esa astucia y humildad para permitir que la magia se exprese. Muchas gracias

2024-03-06 09:55 am

Olga Castaño
Podríamos decir que hay un dar explícito y otro implícito. Aunque en ambos lo sublime cabe perfectamente, en lo implícito es más poderoso. Damos según quiénes somos, cómo vivimos la vida, y según nuestra mirada del mundo. De acuerdo a eso, despertar la magia para dar nace de la posibilidad que nos damos de vivir la magia para ser. Y ser magia no es decir cosas bellas o hacer pequeños milagros solamente, ser magia es permitir que la magia nos mueva por dentro, nos despierte.

2024-03-06 12:18 pm

Carol
❤️🧡💛💚💙💜

2024-03-06 03:20 pm

Erika Valencia
Este dictado tiene un mensaje muy precioso y reforzado. Digo reforzado porque nos lo han dicho antes: cuando damos somos quienes más recibimos! Me encanta! Ser ese canal por el que la magia cruza, incluso cuando es inadvertido, me hace sentir orgullosa de mi misma, de maid capacidades, de lo que los seres del Cielo ven en mi y me han dado la oportunidad de seguir perfeccionando, con altos y bajos pero con convicción. Sin lugar a la duda, debo trabajar más y fuertemente en hablar menos y escuchar para sentir y conectar más. Aunque me siento más familiarizada con mi radio en el oído derecho, el temor no deja de asomarse, lo dejo seguir y comprendo su mensaje: “habla menos y conéctate más”

2024-03-06 11:03 pm

Ayda Mary Portilla Delgado
Cuantas pistas y aprendizaje nuevo, centrarse en una misma para propiciar el intercambio mágico, saberse ganadora en ese permitir que la magia ocurra, anhelar lo extraordinario por venir siempre. Mucho camino y trabajo por delante.

2024-03-11 08:45 am

Olga Castaño
Tal vez menos trabajo, más vacío, más despojo.

2024-03-11 06:36 pm

Monica
Es una tarea bastante retadora, por que siempre el impulso inicial es atender desde la propia experiencia y el propio conociemiento, y allá corro desenfrenada. Pero aquí veo que debo ir despacio y permitir que fluya la herramienta correcta para cada momento. Suena hermoso, espero poder lograr, apaciguar el afán y permitir el flujo. Me siento un poco lejana.

2024-03-31 02:57 am

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NOS VEMOS EN EL ACTUAR
“Imagina que servir juntos es como mover una batuta con vida. Supón la delicadeza que requieren los movimientos. Sabrás entonces que a veces no estarás muy coordinado con su voluntad porque tratarás simplemente de que las cosas funcionen como consideras que está bien. A la hora de actuar nuestra fuerza se asemeja a la fuerza de la barita. Dirás entonces, pero ¿cómo si la propia barita no tiene fuerza, y soy yo quien la dirige? Bueno, de eso se trata nuestra fuerza, de tocar en ti algunos sentidos superiores para que tu fuerza sea la nuestra. En medio de tu actuar cotidiano ocurre que tenemos acceso a ciertas fibras tuyas, a ciertos hilos conductores, y gracias a ello, incluso en temas muy simples, intervenimos. Pues resulta que quiero que vayas siendo más consciente de cómo es que te tocamos para actuar. Si le pones fuerza a la batuta no te enterarás de nuestro deseo, si a cambio la sueltas y solo miras entonces no podremos obrar a través de ti. En cambio, si la tocamos delicadamente, juntos aprenderemos una suerte de armonía conjunta que, lejos de ser compleja, es exquisitamente simple. Tal vez ya sepas agarrar delicadamente esa magia, y sostenerla por instantes. Por eso quiero presentarte desde ya el siguiente paso: el esfuerzo de no interferir.  Por favor no decidas el curso de la fuerza que estás viéndose mover.  Te veo tomando algo de magia y terminando el evento sin nosotros. Solo nos dejas saludar, iniciar; pero te adueñas, bajo los efectos de la emoción, y desplazas la fuerza en dirección de la intención que subyace a tus apreciaciones. Esta parte que les menciono es especialmente retadora. Ustedes encaran su tarea con dignidad, se preparan lo mejor posible, hasta tienen un repertorio necesario. Y en medio de la magia yo simplemente doy giros impredecibles frente a los que no tienen idea qué hacer. La cosa es que hay que empezar a contar con que esos cambios no arruinarán la melodía. Al contrario, son cambios creativos que despertarán los sonidos de la belleza, nuevas respuestas, incluso te harán estremecer. A propósito, superar un estremecimiento intenso sería justamente el paso definitivo. Si ya has logrado percibir mi movimiento de la batuta de vez en cuando, y además regulas positivamente tus emociones como para no cambiar el rumbo de nuestra fuerza, entonces sigue aguantando la dicha o la conmoción hasta el final del evento mágico. Que la dicha, las gracias, las lágrimas, vengan al final, cuando el arte termine y deje todo lo que tenía para dejar. Es más, si te animas a esperar para emocionarte tras el cierre, puede que la conmoción sea tan profunda, que no quieras celebrar a través de emociones intensas sino de sensaciones profundas, íntimas, reveladoras. Ahí es cuando les digo que quiero que ustedes también reciban cuando dan. Si nuestra fuerza circula a través de la suya solo puede ocurrir que al paso de esa fuerza sus circuitos se despejen, se alimenten, y quede la magia que a ustedes corresponda. Mejor dicho, nos gusta pagar los servicios por anticipado 😉”
INTERPRETAR LAS SEÑALES
“Interpretar las señales divinas es un arte severo, es decir, uno que no se domina, que no se pueda comprender humanamente por completo. Sin embargo, aquí estamos, tratando de enseñarles un poco sobre él, no para que ya sean expertas, sino principalmente para que noten cómo ignoran las señales y se apegan a sus ideas, pues este, queridas niñas, es el paso definitivo para que su claridad pueda llegar de parte nuestra. Así que la primera invitación a la hora de interpretar señales, eventos, sueños, momentos, es la de observarse a sí mismas intentándolo. Deben por favor ser muy respetuosas de su reacción, de sus elaboraciones racionales o del impulso que tienen por tal o cual conducta. Tengo amigas, por ejemplo, que corren a formular frases hermosas porque ese es su sentimiento, perciben algo hermoso y lo quieren expresar. Les cuento mis niñas que rara vez buscamos un lenguaje adornado para transmitir un mensaje profundo, más bien preferimos la contundencia de un movimiento en su corazón, y eso lo suele suscitar mejor la expresión de algo preciso que incita a algo profundo. Sin muchos adornos mejor. Otras de mis amigas inevitablemente corren a expresar su opinión. Tal vez no se dan cuenta que lo están haciendo, o simplemente no pueden dejar de lado su parecer. A ellas les advierto que esa maña solo la pule la voluntad, es decir, solo pueden superarla ustedes mismas y nosotros poco les podemos aportar. También tengo amigas, y amigos, por supuesto, que se inhiben mucho a la hora de interpretar, y más bien se contraen sin arriesgarse, de manera que no nos dan permiso de susurrarles algunas pistas y también de dejarles ver sus dificultades para interpretar. Es que, si somos honestos, lo principal a la hora de interpretar no es tanto el mensaje en sí mismo sino la facilidad con la que se puedan permitir ser transparentes, es decir, dejar ver sus dificultades y sus facilidades también. Por eso queridas amigas les daré aquí algunas indicaciones prometedoras para que puedan ir desarrollando su talento para interpretar lo que la vida les quiere mostrar. Son prometedoras porque tienen el poder de llevarlas a la claridad que tanto anhelan, pero solo son una promesa porque es evidente que ustedes mismas las deben ejecutar. Sin más rodeos, les recomiendo que se lo tomen ligero. Si le ponen demasiada ceremonia, ritual o adorno, perderán la naturalidad y más bien lograrán un momento muy emotivo, pero poco profundo. Sentir un mensaje implica despojarse, al menos en algún grado, de expectativas y emociones. En este caso revisa por favor lo que sientes y piensas cuando te enfrentas a una señal de la vida. Por ejemplo, una amiga que me está leyendo se enoja cuando se ve presionada a interpretar. Esa es una emoción, y ella construye una barrera validando su enojo o su incomodidad. Deseamos también recomendarles que sin duda ofrezcan humildad. Muchos de los sentimientos adversos, o los pensamientos que se roban el show a la hora de interpretar una revelación, son provocados por el deseo impetuoso de controlar la situación y salir satisfechas. Ofrecer humildad indica que no deben ser pretenciosas si se les ofrece una señal. Siempre tenemos el doble propósito de decirles algo y de enseñarles a aprender (sobre todo de enseñarles a aprender). En la práctica funciona calmarse, no dar vueltas a lo que ven o sienten, y observarse. Tengo muchas amigas que reciben los primeros indicios y salen corriendo cual gacela a terminar el mensaje atrapadas en su deseo, su orgullo, o su inocencia, y nosotros solo podemos verlas huir con el botín. Por eso también es importante respetarle al momento su propia gracia, si es efímero entonces permítele serlo, si es profundo, controla la emoción y espera a que se presente completo, si es confuso, respeta la confusión y sigue observando, seguramente luego todo cobrará sentido según lo que corresponda. Ya para terminar, me gustaría decirte que te hablo sabiendo que ya lo has hecho, que de uno u otro modo has probado las mieles de ser guiada y ver con claridad el llamado de la vida. Esta tarea particular de la que hablamos aquí consiste más bien en hacerte consciente de cómo funciona para ti. Entonces recuerda por favor que interpretar a la vida es algo particular para cada quien, que no todas ven lo mismo, que no debe significar lo mismo para todos. Claro que no ocurre a voluntad que puedas captar las señales, es que se trata de algo que nosotros propiciamos o no. Sin embargo, sí estamos muy interesados en ver algunas señales de progreso, de manera que si logras ser más humilde, más receptiva, más respetuosa, será sencillo para nosotros ofrecerte un poco más para seguirte enseñando. Interpretar las señales no es un privilegio de dotadas, es más bien una tarea de retarse a ustedes mismas, así que sé que este dictado es para gente que se reta”.Posdata: si te animas, reclama tu frase, deja en los comentarios la parte de este dictado que definitivamente es para ti 🪶✨
LA VANIDAD DE QUIEN DA
“Queridas niñas, hacen un trabajo maravilloso al estar dispuestas a afectar la vida de las personas. Asegurémonos de que cuidan esa delicada tarea, y que se cuidan a ustedes mismas de la vanidad.Estar atento a las necesidades del otro suele causar una posición de superioridad, y no quiero que queden atrapadas allí. Incluso cuando deseen ponerse más arriba de alguien, eviten por favor sostenerse en lo alto por medio de su dedicación, pues inevitablemente terminarán dependiendo del alimento que dan para mantenerse allí. También ocurre que tenemos la costumbre de entregar ayuda y regalos a través de ustedes. Es decir, en la naturalidad de la entrega humana puede filtrarse mucho de la ayuda divina, y eso nos gusta incluso más que las ayudas en las que quedamos evidenciados. Es que ayudar, cuanto más silencioso, mejor. El ruido que proviene de la alegría o del milagro suele causar distracción. Si alguien tiene una historia donde soñó con nosotros los seres del Cielo, o nos vio, esa historia no se recuerda tanto por el mensaje mismo sino por el evento, y eso no es lo que queremos precisamente. Si nos revelamos ante alguien, si mostramos nuestra presencia con señales evidentes, es porque estamos tratando de darle a esa persona una prueba de su capacidad, no de nuestra existencia. Así mismo ocurre con nuestro deseo de ayudar a través de ustedes. No tenemos ningún interés en dejar claro cuándo son ustedes y cuándo nosotros, esa preocupación es suya y no les recomiendo que le den importancia. La verdad es que lo natural siempre se mezcla, la vida es simple y compleja al mismo tiempo, ustedes pueden ser nuestro vehículo tanto como nuestra barrera. La vanidad de dar a alguien radica en la satisfacción inevitable. Cuando das un consejo maravilloso, u ofreces un tratamiento exitoso, te sientes inevitablemente orgullosa de ti misma. Pues bien, evita quedar atrapada en ese sentimiento, y anhela mucho más.  Además de la satisfacción puedes encontrar sabiduría; de ella enamórate, persíguela, búscala una y otra vez. También puedes aprovechar la satisfacción como puente a la descarga emocional que ayudar puede generar. Es decir, aunque tus asuntos personales no estén en juego, en ese momento sí puedes verte beneficiada cuando una entrega elevada libera emociones atrapadas en ti. Y más allá de la satisfacción se encuentra el aprendizaje que, aunque no sea evidente siempre, es capaz de causar un sano engrandecimiento de tu interior. Prefiero siempre verte sintiéndote grande por tu aprendizaje que verte sintiéndose engrandecida por lo que hiciste por los demás. Ahora, aprovecha la satisfacción dejando en claro dentro de ti que vas por más, y gózala más como el adhesivo del amor humano, como algo que está ocurriendo casi siempre en doble sentido. La persona a la que acabas de servir te está permitiendo ver lo que puedes lograr, te está maravillando de ti misma, te dice que mereces confianza y que tu poder es una realidad. Entonces siempre agradece, no solo porque te sirven de medio quienes son tus beneficiarios, sino porque estás aprendiendo a respetar ese instante en el que el otro recibe, sabiendo que en cualquier momento serás tú quien esté del otro lado acogiendo a alguien que te guía parar encontrar una solución. No hace falta que des las gracias en voz alta, de hecho, prefiero un agradecimiento silencioso que le deje a las otras personas el aroma de la bondad. Cuéntame a mí, eso está bien, me gusta cuando me miran para mostrarme el amor que alguien les ayuda a sentir. Hay que saber que las maneras más populares de servir son aquellas en las que es evidente el servicio, pero a la vez son las menos poderosas. En el mundo actual, poderoso es sinónimo de ruidoso, para mí poderoso es sinónimo de imperceptible. Aquellos cambios o aprendizajes que ocurren al margen de los sentidos humanos son los más sublimes. Si ya haces un trabajo que es evidente pues elévalo junto a mí llevándolo también más allá de los sentidos. Creo que puedes, creo que me puedes acompañar al milagro del silencio, creo que tienes también la facultad de aprender más allá de lo que es evidente a tus ojos o a tus emociones, que no solo deseas sentir sino también quieres cambios profundos que te ahonden la virtud. Así que te espero, trabajemos juntos. Yo no haré ruido ni te corregiré en el momento, solo espero que puedas estar abierta a los susurros, al encuentro inesperado, a la idea que primero parece fuera de lugar, pero va camino de un hallazgo intuitivo poderoso. Déjame mostrarte que algunas soluciones son más simples de lo que dicta la ciencia, déjame ayudarte a llevar los métodos más allá de la teoría y hacerlos crecer, cobrar vida. En este trabajo de ser guiadas por la fuerza divina deberías quedarse por favor más cómodas sintiéndose aprendices que forzando ser expertas. Los expertos pierden fácilmente la alegría y el ánimo curioso, además se comprometen con un deber de saber que en verdad es inhumano. Para eso me tienes amiga mía, ya te acompaño, a veces me escuchas. Yo solo quiero que decidas darte la oportunidad de ver más allá cuando entregas, que asumas la satisfacción inevitable y dichosa sabiendo siempre que quieres ir más allá, que quieres más para ti y entonces vendrá más para los demás. Nos vemos en el actuar”.
AFÁN DE SABER O HUMILDAD DE PREGUNTAR
“Resulta queridas amigas que las veo atascadas en un conflicto que no quieren enfrentar, la búsqueda incesante del conocimiento. El placer de saber las atrapa, lo sé, y cómo no, si saber da dominio.  Pues trataremos hoy esa búsqueda incesante, de cómo animarse a hacerla de un modo más sano, mejor enfocadas hacia la sabiduría de la humildad. Es que tienen este afán de respuestas eficientes, cuando las respuestas que traen los mejores cambios se toman su tiempo justamente para transformar algo en el proceso de presentarse. Me explico.  Uno de sus pedidos más frecuentes es ayuda para acallar la cabeza, y mientras hacen ese pedido esperan lograrlo por medio de ideas a las cuales recurrir. En ese caso, el resultado inevitable es más pensamientos insistentes, más vueltas a ideas que causan bucles, que las atrapan. Si me pides arreglar tus ideas con ideas me estás diciendo que debo encuadrar la solución en las maneras que te son familiares. ¿Qué tal si algunos cambios suceden más bien empezando por retar las maneras? No quiero tomarme ningún esfuerzo por convencerte, o por ayudarte a que lo entiendas todo, lo que quiero es verte moviéndote a otras inteligencias para ir superando esa devoción fanática e irracional a la razón. Muchas de ustedes lidian justo ahora con un reto que no se resuelve en la razón, pero insisten. Se apegan desesperadamente a sus ideas como si no existiera más en el mundo para ustedes, y no tener la razón las asusta como si se tratase de una amenaza vital. Las veo entonces subir la voz, explicar lo que nadie está necesitando que le expliquen, justificar lo que no tiene caso, hasta tener la última palabra a la fuerza con tal de sentir algo de control. Las quiero más bien serenas, abiertas al conflicto de no tener claridades inmediatas, permitiendo el proceso del descubrimiento porque es durante ese camino que se pueden caldear los cambios requeridos para superar la equivocada devoción por la razón. Mejor dicho, las quiero preguntando. ¿Cuánto preguntan?, ¿qué tan abiertas son sus preguntas?, ¿acaso corren impulsivas a responderse antes de permitir la sana duda?,¿o han ido aprendiendo a tener la pausa que la duda requiere, a respirarla, a ser generosas con el tiempo de respuesta que la vida requiere? Creo que ser honestas en estas respuestas ya es un paso prometedor. Creo también que logran entrever la torpeza implicada en el afán de las respuestas a todo costo. Y creo además que son tan capaces de disponerse a no saber como lo han sido para corregir otros rumbos de sus maneras de pensar. Practica por favor la habilidad de preguntar. Enamórate de la humildad de no saber, de la confianza implícita en que, si te abres a respuestas inesperadas, estás a la vez abriendo el corazón a cambios, a movimientos internos inesperados y benéficos. No te ayudaremos en la cabeza, estamos completamente claros que ustedes allí son inaccesibles y escasos a la hora de contemplar posibilidades desconocidas. Por eso preguntar es la estrategia de humildad más recomendada, quien pregunta abiertamente está abriéndose, en principio te abrirás desde el resguardo de tus ideas, pero si te vas enamorando, como te lo pido, de la humilidad de la duda, solo es cuestión de tiempo para que empieces a ver más allá y a reconocer elementos nuevos con la familiaridad que solo la inocencia puede ofrecer. Hay mezquindad querida mía en esa actitud de saberlo todo, mezquindad hacia ti y mezquindad hacia el mundo que tiene todo para ofrecerte. Los amigos más cercanos a la vida, a nosotros, son aquellos quienes se atreven a no saber, los que reconocen con inocencia infantil su desconocimiento, los que aún se sorprenden al descubrir las maravillas que la vida les sigue revelando”.
APRENDIZ ESCUPEMUNDOS
“Encontrar más de ti, y recibirnos a nosotros, supone un esfuerzo que reta no tanto hacia la ganancia como al despojo. Queremos verte despojada de ideas, de mundos ajenos y propios creados en virtud de necesidades que tal vez ya no existen. Queremos que puedas ir más allá siempre sin tanto apego a lo conocido, rompiendo tus límites con el agrado de crecer, dándote libertad mientras pierden vigencia los mundos que ayer eran pilar de tu felicidad. Ese despojo no es otra cosa que aprender el hábito de dejar ir estructuras mentales y permitir que nuevas posibilidades aparezcan retadoras, incluso capaces de desestructurar los soportes de tu vieja confianza.  ¿Quién dijo miedo?, ¿vacío de pronto?, ¿o apego? Claro que causa emociones complejas desestructurarse, aventurarse a cambiar creencias o a despojarse de ellas. Pues resulta que además fueron precisamente las emociones las que inspiraron estructuras, resolviste situaciones aferrándote a ideas, o viste a otros hacerse fuertes y exitosos a partir de ideas sólidas que causaron esperanza, soluciones. Nadie dice que eso no funciona, anclarse a nuevas ideas para avanzar. Lo que trato de pedirles es que dejen de quedarse habitando esos mundos como una verdad definitiva. Que se familiaricen un poco más con ir de un mundo a otro, con ser viajeras de mundos. No eres un mundo simple con un solo modo de pensar o decidir, eres más bien un universo en constante creación que necesita moverse, transformarse, crearse y por lo tanto desintegrarse de vez en cuando. Es que te veo sufrir, aunque te sientas aparentemente tranquila o confiada, por cuenta de un mundo de ideales limitado al que te debes sin ser muy consciente de lo que ello implica. ¿Quieres saber lo que implica? Más que nada tu verdadera libertad. También tu progreso. Y tus sueños. Quedarse habitando un mundo que alguna vez funcionó, como si las circunstancias y los aprendizajes no cambiaran, te hace rígida, y te quiero camaleónica. Quiero que aprendas a escupir mundos con la misma devoción con la que los has tomado. No puedes seguir apegándote a ideas ahora inútiles por cuenta de las emociones que en su momento fueron fuente de inspiración. Recuerda, eres mucho más que las emociones que despiertan apego a ciertas ideas. Si de verdad tienes la esperanza de verte expandiendo el universo que eres entonces ha llegado la hora de tomarse muy en serio la habilidad del despojo, el despojo de ideas, de mundos pequeños o limitados, de idearios de cajón. Va llegando la hora de ser grandiosa de cuenta de la libertad que otorga desaprender. Es la hora del bocadillo de la confianza más fuerte, que es la confianza de la apertura, de la inmunidad derivada no de encerrarse para evitar nuevas ideas sino al contrario de abrirse para admitir y permitir lo que sea que la vida traiga para ti (incluso si no lo puedes comprender). Al contrario, las veo resistiéndose a la realidad, sufriendo al tratar de forzar las cosas de un modo preconcebido, obligando a la realidad a ajustarse a ese mundo ahora sórdido donde alguna vez las cosas funcionaron. Si la vida te quiere renovar, no lo impidas por favor. Esa resistencia, esa rigidez, es un resultado comprensible, pero no deseable. No te quedes allí, no te engañes por favor diciéndote que ya sabes fluir, mientras habites en viejos mundos tu rigidez es una realidad que no deberías disfrazar. Entonces, ¿cómo aprender a desaprender? Pues la tarea es más o menos simple, consiste en amar el despojo, en sentirse libre y a gusto con no tener muchas veces la razón, con callar, con no tener una respuesta siempre contundente que alivie la incertidumbre. Y mejor irse entregando con gusto al placer de la duda, porque quiero que junto a nosotros duda signifique descubrimiento. Las he visto, las hemos retado mostrándoles ideas confusas, de dimensiones inexactas, complejas. Y en vez de preguntar se quedan en la comodidad de sonreír, de aprobar, de repetir o replicar. Mejor dicho, se acomodan. Recurre a tu curiosidad querida mía, aunque al principio sea poco natural, aprende a preguntarte cosas para las que no tienes una respuesta. No sabes la valentía que hay en cuestionarse a sí mismo, en alentar la incertidumbre en vez de apagarse en la certeza autoimpuesta.  Cuando te das todas las respuestas te quedas sola encerrada en un pequeño mundo fraccionario, limitado. Ahí es cuando pierdes a voluntad la capacidad de descubrir algo nuevo, de retarte hacia nuevas capacidades de ti misma. Puede que de momento te sientas segura, confiada, pero ese encierro asfixia, lo sé, y te pone en situación de pequeñez porque te conviertes en el pequeño mundo que has decidido habitar. La invitación querida aprendiz de la vida es más que nada a que dejes de engañarte. Hacer gestos de apertura, o decirte abierta, decirte que sabes fluir, no significa que en verdad lo estés haciendo. Obsérvate amarrando mundos, tragando piedras, haciéndote falsamente sólida por no cambiar de opinión. En cambio, te quiero escupemundos, tolerando mejor la incertidumbre, el delicioso y refrescante vacío de no saber, la confianza resultante de no estar pretendiendo ser algo que no eres en verdad. Esta honestidad amigas mías es un requisito indispensable para poder trabajar juntos. Nosotros los seres del Cielo no conversamos con el engaño, por eso es que tantas veces que me propones cosas te ignoro, porque no son honestas, no son abiertas en verdad, no hablan de la verdad de tu corazón. En cambio, cuando te abres, no necesitas pedir ni desear, ya estamos más que listos para combinar esfuerzos contigo y cambiar las cosas a tu favor. Lo dire de una manera sencilla, mientras no escupas esos mundos que nos suplantan, no podremos poner en ti el dulce de infinito de la verdad profunda. Ahora, si al final de esta invitación no sientes ninguna ilusión por ese arrojo, entonces entenderé que tu apego a los pequeños mundos de las viejas ideas es voluntario, que prefieres ser la reina de algo pequeño y mezquino. Y como te lo muestro con frecuencia, jamás discuto con tu voluntad, con tu deseo sincero, esa es tu primera libertad, la libertad indiscutible”.